Prologo
Supera tu pasado.
La gente dice eso con demasiada facilidad.
Si a esas personas tan optimistas, yo fuese a darles un pequeño consejo, entonces sería que, en este mundo, existen demasiadas experiencias que no se pueden superar.
¿Qué pasa si tu madre era una persona de mierda?
Todo estaba bien. Eso podrías manejarlo.
Ahora, ¿y su tu padre era hombre de mierda?
Podrías ser paciente ante eso también.
Pero, si estuvieses viendo a tus pequeñas medias hermanas temblar de miedo porque tu propia madre las ha abofeteado solo por el hecho de que eran hijas de otra madre, y tu padre veía eso vagamente desde un lado sin decir una maldita palabra… entonces, en ese punto, modestamente solo podrías aceptar la verdad.
Tu vida había sido bañada con mierda de perro.
Vagamente, asumí que mi vida había llegado a ese punto cuando tenía solo 10 años de edad.
Mi media hermana menor estaba aferrada a la otra, llorando. La razón era simple. Mi madre las había maldecido, gritando lo siguiente: ‘¡Asquerosas hijas de puta!’. Claro, en ese momento no sabía lo que significaba la palabra ‘puta’. El día que me enteré que un pene podía ser usado para otra cosa además de orinar, fue cuanto tenía 11 años, queriendo decir con esto, que yo necesité esperar un año más antes de entrar en el mundo de las obscenidades.
Lo digo en serio.
Incluso tuve un tiempo cuando fui puro.
De vuelta a la historia.
No había forma de que unas niñas de 5 y 6 años pudiesen comprender lo que significaba la palabra ‘puta’, cuando ni siquiera uno de 10 podía. Excepto, que era obvio que las palabras fueron dichas de forma ofensiva. ¿Cómo podría decirlo? Eso fue porque en el momento que mi madre las llamó putas.
— Santo cielo, entonces ustedes dos son las hijas de una puta –ella no habló de esa forma tan ‘cariñosa’, sino que dijo–: ¡Estas sarnosas hijas de puta! ¡¿Cómo se atreven a desconocer su lugar, y…?!
Y, además, violentamente explotó de ira.
Incluso las niñas supieron que no eran bienvenidas.
Independientemente de ser capaz de entender las palabras o no, al menos sabias cuando un adulto que se encontrase delante de ti, tratara de matarte o ayudarte. Especialmente cuando ese adulto te abofetea intensamente justo en la parte que te dice: ‘hija de puta’.
Por eso, el momento en el que a mis medias hermanas comenzaron a temblarle los hombros. El momento en el que mis hermanitas, quienes hacia un segundo estaban riendo alegremente, ahogaron su llanto porque temían sinceramente que fueran a ser asesinadas, tuve la sensación de que si no reparaba esta maldita situación, entonces mi vida se convertiría en una mierda.
— Padre, echa a mi madre.
— ¿Qué?
— No repliques innecesariamente. Lo has oído bien. Divórciate de ella. Mi padre parpadeó. Incluso su parpadeo se sintió como una excusa que aumentó mucho más mi molestia hacia él.
— ¿p-pero qué dices…?
— ¿Asi que piensas quedarte atrás? Bien, usaré esta oportunidad para decirte claramente eso. Mi madre está loca. ¡Mis hermanitas apenas rompieron una taza de cerámica por error, pero ¿sabes lo que hizo?! –me di una bofetada yo mismo. Muy fuerte. Pues pensé que debía darle una demostración–. Las abofeteó. Lo hizo tan duro que mis hermanas cayeron al piso. Hasta ahora, tu puedes verla como un paciente histérico normal, pero lo que hizo después fue lo problemático. Mi madre fue a buscar un cuchillo de cocina y se los acercó loas rostros de mis hermanitas.
—……………
— ¿Entiendes? Un cuchillo de cocina. Ella le mostró un cuchillo a mis hermanitas que solo tienen 5 años. Mi madre no es una paciente histérica. Ella cada día que pasa se vuelve más loca. Divórciate inmediatamente de ellas y córrela de nuestra casa.
— Hijo. Ella sigue siendo tu madre.
— Eso lo sé muy bien –dije fríamente–. Por eso es que estoy urgiéndote a que te divorcies de ella. Antes despreciar más al padre que le declaró su amor a esa mujer y la convirtió en su esposa.
—……………
— Padre. Tú me leíste las citas de Rousseau ayer. Que la diferencia entre el hombre y las bestias era que ellos tenían voluntad. Me lo leíste con un tono suave, muy suave. Y hoy, he descubierto a una bestia en el rostro de mi madre.
— Ciertamente, fue efectivo darte una clase de retoricas. Veo que eres mucho más elocuente de lo que yo fui a tu edad.
— Ya entendí que a los 6 años ya era un genio. No vas a hacérmelo comprender nuevamente mediante cumplidos, no ahora.
— ¿Lo escuchaste como un cumplido? Yo me estaba burlando.
— Huh, eres tú el que necesita escuchar las clases de retoricas, papá. Ni siquiera sabes cómo burlarte apropiadamente de tu propio hijo ¿y sigues creyendo que eres capaz de contener a tu propia esposa? Por favor, trata de mirarte mejor.
— Lo diré de nuevo. Ella es tu madre –la voz de mi padre se tornó fría–. Durante 10 meses, ella pasó por todo tipo de dolor al tenerte en su vientre antes de darte a luz. La primera persona en sonreírte cuando llegaste a este mundo fue tu madre, la primera persona en llorar cuando te hiciste daño por primera vez, también fue tu madre. Hijo. Conoce tu lugar. ¿Cómo te atreves a decir tales palabras inmorales como echar a tu propia madre?
Resoplé.
— Que pena.
— ¿Qué?
— Este no es mi problema. Es tuyo, padre. Porque por una sola mujer, 6 de tu hijos están siendo maltratados. Es matemática básica. ¿Salvarás a una, o salvaras a los otros 6? Desecha esas palabras como lo inmoral. No hay humano tan éticamente basura como tú, padre. Ni uno solo.
—…………
— Esta será la última vez que te pediré algo relacionado a este tema, padre. Así será. Así que dame una respuesta seria. ¿Te divorciarás de mamá? –mi padre quedó en silencio. Permaneció así por más de 40 minutos.
La razón por la que recordé el tiempo exacto fue porque había mirado el reloj de pulsera que mi padre tenía. Fue cerca de las 11 de la mañana, a punto de cruzar a las 12 del mediodía.
— No puedo.
Malditas 12 del mediodía.
Desde ese momento, desprecié el tiempo, de por vida. Mi hábito a rehusarme a despertarme en la mañana también se originó de aquí. Lo volveré a decir. Odio completamente las mañanas y los medio días.
— ¿...por qué no?
— Porque amo a tu madre.
— Esta es una respuesta real e inmensamente decepcionante. Entonces eso significa que no amas a tus hijos, ¿ah, padre? ¿No te importa si tu esposa los mata a todos?
— Si.
Y por eso, nunca pude olvidar este momento. Al igual que un escultor usa un martillo y un cincel para tallar una marca en mi cerebro. Un tipo de trauma fue imbuido.
— Amo demasiado a tu madre.
—…………
— Lo siento, hijo.
—…en este momento, padre –tragué. Podría no haber sido dolo saliva lo que me había tragado–. Has perdido toda mi confianza.
— Lo sé.
— Has arruinado mi vida, padre.
— Eso también lo sé –asintió mi padre–. Sin importar lo que elijas, vivirás una viva más dura que la mía.
Padre, eres un maldito. Te detesto con todo mí ser.
—…déjame preguntare una última cosa. Si esta fuese una pregunta normal… obviamente sacrificarías a 1 persona por 6. Este es el tipo de persona que eres, padre. Pero, debido a eso llamado amor, ¿me estás diciendo que elijes sacrificar a los 6 por 1 solo?
— Así es.
— Si ese amor que tienes, solo te debilita, ¿entonces qué punto hay en el amor, padre?
Mi padre no respondió. Obviamente era porque no podía responder.
Mordí mis labios y maldije.
— Siento vergüenza de ver a mi propio padre debilucho. ¿Entiendes? Estoy completamente avergonzado. Al final, no puedes elegir nada, padre. Realmente eres un, un maldito indeciso.
En ese tiempo, ‘maldito’ era la maldición de mayor nivel que yo conocía. No sabía cómo usar maldiciones que fuesen más terribles que esa. ¿No lo dije ya? Incluso hubo un tiempo en el que fui puro.
— Hijo.
— No te disculpes. No me estoy molestando contigo solo para recibir una disculpa. A ver, dime, ¿qué es lo que probablemente puede cambiar si te disculpas? Solo aprende esto –prometí. Era una promesa fría. Una promesa clara–. No me volveré un débil como tú, padre.
—…………
— Nunca.
Y…
Y…
Lord Demonio más Débil, Dantalian. 71º Rango.
Calendario Imperial: Año 1505, Mes 9, Día 20.
Plaza de Hermes, Niflheim.
En realidad, fue un sonido vivaz.
El sonido de piel con piel chocando resonó fuertemente.
La gente debió haberse alarmado por esa repentina onda de choca poderosa, pues tenían sus bocas abiertas por la sorpresa. Aproximadamente 200 demonios de distintas razas miraban en esta dirección. En este caso, ‘esta dirección’ simplemente se refería a dos personas.
Lapis Lazuli, y yo.
— Ésta está decepcionada.
—……………
— Creer que usted era solo una persona de este grado, Su Alteza. Ella habló, tenía un rostro completamente inexpresivo, pero con un tono incluso más frio.
— Si fuese usted, ésta habría creído que usted sería distinto a los demás Lores Demonio. Ésta esperaba que mostrara algo distinto en comparación a las demás personas intoxicadas por la autoridad. Pero todo lo que ésta puede ver ante sí, es a un cerdo increíblemente gordo.
Cuidadosamente toqué mi mejilla. Me dolía. Mi piel estaba roja e hinchada. ¿No era asombroso?
—…Lapis Lazuli. Mientras eres mi concubina y prometida, al mismo tiempo desempeñas el papel de ser mi vasallo. A mediodía, en el centro de la plaza, en frente de cientos de ciudadanos, tienes que levantar tu cabeza ante tu señor. Sabes cuan desleal es este acto, ¿cierto?
— Si. Ésta lo sabe.
— Bien.
Asentí. Sea una paria o una híbrida, que alguien que se atreva a golpear a un inviolable Lord Demonio, solo sería suficiente para llegar al top de las noticias del año. Incluso la gente en la plaza estaba mirando esto con expresiones atónitas.
Pero aún no había acabado. Déjenme hacerlo más divertido. Ordené.
— Yo, Dantalian, por la presente, te libero de tus labores.
—………………
— No vuelvas a aparecer ante mí.
En ese día, unas noticias sorprendentes se esparcieron por toda la ciudad. La pareja que se había convertido en la más famosa del mundo demoniaco por haber superado los estatus sociales, se había separado en tan solo dos meses. Si esta no era la ocasión perfecta, entonces no sabía cuál sería
Fin de prólogo
Capitulo 6
Lord Demonio más Débil, Dantalian. 71º Rango.
Calendario Imperial: Año 1505, Mes 9, Día 20.
Plaza de Hermes, Niflheim.
— Lo escuché todo. Tuviste una gran batalla con tu amante súcubo, ¿cierto?
— Los rumores vuelan.
— Soy una chica bastante sensible a la moda.
Barbatos había venido a visitarme al lugar donde me alojaba.
Por alguna razón, esta distinguida Lord Demonio, la cual era la 8º en rango, se había encariñado bastante de mí. Probablemente poseía una buena impresión sobre mí, debido al incidente donde derribé a Paimon de su pedestal. Bueno, ese no era el único motivo.
— Adelante, escúpelo todo. ¿Por qué pelearon?
— ¿No ves que todavía me estoy colocando hielo? Ya han pasado veinte minutos desde que Lapis me abofeteó. Honestamente, no quiero hablar con nadie ahora.
— Ohh, pobrecito –Barbatos sonrió pícaramente. Era bastante irritante–. Piénsalo con calma. Tu amante es una mestiza de súcubo. Ella es una paria que normalmente seria ejecutada por simplemente tocar a un Lord Demonio. Si una chica como esa fuese a golpearte, entonces, al hacerlo estaría arriesgando su vida. Literalmente. ¿Qué tipo de crimen cometiste para hacerla arriesgar tal
cosa?
— Ah, ¿insinúas que todo esto fue mi culpa?
— Sip. En toda mi vida, cada vez que se presenta un problema, son los hombres los que siempre parecen tener más probabilidades de tener la culpa que las mujeres.
— Debes sentirte muy complacida por haber nacido como una chica. Barbatos rió. Normalmente, no deberíamos estar en una posición de intercambio de palabras informales con tanta franqueza.
Barbato era la 8º Lord Demonio. Ella tenía un ejército establecido de 6.000 hombres y una incontable cantidad de seguidores bajo su comando. Ella incluso lideraba un enorme grupo político conocido como la Facción de las Llanuras.
Por otro lado, yo era el 71º Lord Demonio. No solo no poseía seguidores, sino que además no era parte de ninguna facción apropiada. Podría estar rebosante de dinero, pero eso era todo. Comparado a Barbatos, yo era una simple mosca. A pesar de eso, se sentía como si Barbatos vagamente quisiera que yo fuese su amigo. ¿Qué se suponía que yo tenía que hacer cuando otra persona lo primero que quería que de mí era un estilo de conversación tratable? Yo la divertiría más que gustoso.
— Dantalian. Quizá aún no seamos amigos, pero creo que hemos llegado a algo similar a una amistad.
— Ese es un gran honor.
— Hablo en serio –sonrió Barbatos. Esa expresión que tenía era la razón por la que incluso si me dijera que hablaba en serio, no fiaba en lo absoluto–. La mayoría de los Lores Demonio son un montón de basura. Ninguno de ellos es prometedor. Sin embargo, en los últimos 60 años, tu eres el primero novato que parece ser talentoso. Solo quiero tratarte bien como tu superior en esta industria de negocios.
Un superior, ¿eh?
Barbatos lideraba el grupo conocido como la ‘Facción de las Llanuras’. Dicha facción obtuvo su nombre debido al hecho de que la mayoría de los Lores Demonios que estaban en ese grupo tenían castillos ubicados en llanuras. Como resultado de vivir en un área abierta, los encuentros con los humanos eran bastante frecuentes.
Por eso, Barbatos naturalmente se convirtió en una Lord Demonio hostil hacia los humanos. Si los ejércitos del Lord Demonio siempre invadiesen el mundo humano, entonces Barbatos, sin duda, sería la única que los liderara. Ella había esparcido una red de información por todo el mundo humano y constantemente estaba vigilante como si se preparara para una guerra masiva.
Por otro lado, Paimon, la Lord Demonio que aplasté, era conocida como la cabeza de la ‘Facción de Montaña’. Como su nombre lo sugiere literalmente, esta facción consiste mayormente en los Lores Demonio cuyos castillos están construidos en regiones montañosas, donde raramente ellos se encuentran cara a cara con los humanos.
La Facción de las Llanuras y la Facción de las Montañas estaban cercadas por la rivalidad.
¿Sería más apropiado decir la Facción Agresiva y la Facción Moderada? Por eso, cuando Barbatos se llamó a sí misma ‘superior’ y me denominó ‘novato’, ella, indirectamente, estaba tratando de atraerme a su facción. Era una declaración con un plan en mente.
Miré sutilmente a Barbatos.
— ¿Cuál es tú plan?
— Si tratas de terminar con esa amante súcubo que tienes, entonces puedo ayudarte. En primer lugar, no tiene sentido que una paria tenga sexo con un Lord Demonio. Aun no es muy tarde, así que, pídeme ayuda.
—…………
Nos miramos mutuamente por un momento.
— ¿Estás diciéndome que termine con Lapis Lazuli?
— ¿Por qué? ¿Estás avergonzado? No te preocupes. Aunque aquí hay mucha gente que se emociona demasiado rápido, esa emoción también desaparece a la misma velocidad. Dales un año y la gente habrá olvidado que fornicaste con una paria –Barbatos había hablado como si nada tuviese verdadera importancia.
Fruncí el ceño.
— No eres la que ha de decidir lo que sucede entre Lapis y yo. Quien lo decide soy yo mismo. No te entrometas demasiado en la vida amorosa de alguien más.
— Usualmente, yo no soy tan ruidosa. Lo que pasa, es que tú no eres un niño normal. Eres el gran novato que fue capaz de asestarle un golpe a Paimon. Como una Lord Demonio superior, tengo la obligación de mostrar algo de preocupación por la reputación de mi subalterno –Barbatos cruzó sus piernas. Unos muslos y pantorrillas blanco puro entraron en mi visión–. Claro, no será fácil terminar con la amante por la que has mostrado demasiado afecto. Eso lo entiendo. Pero la gente se hace fuerte cada vez que pierde a su amor, niño.
—……………
— El único significado que tiene el amor, es que revela tu debilidad. La gente no se hace fuerte mediante la experiencia o dando amor, ellos se fortalecen luego de desecharlo.
— ¿Oh? –torcí las comisuras de mi boca–. ¿Es así como va todo?
— Así es. Confía en mí. A pesar de mi apariencia, ya he vivido por 500 años. La cantidad de amantes con los que he tenido una relación, hasta ahora, han superado los 1.000. Si escuchas mi consejo amoroso, entonces, las mujeres hermosas te harán sexo oral incluso si estas acostado –Barbatos sonrió. Era una sonrisa que era tan astuta como un gato callejero–. En fin, solo dime lo que los
llevó a esta separación. Deja que salga todo y permítele a tu mente sentirse más calmada. Si te desahogas, entonces te sentirás más ligero. Quedé en silencio por un rato. ¿Qué sucedió para que Lapis Lazuli me abofeteara?
La situación detrás de esto era increíblemente grande. Contenía una historia que estaba completamente mezclada que yo no tenía idea de dónde empezar. Abrí mi boca lentamente.
— Hace medio mes, una mujer me visito.
— Hmmm…
— Al principio, creí que solo era una indigente. Después de todo, su apariencia era lamentable y sucia. Pero pronto descubrí que no era una simple basura. Esa anciana era… –cerré mis ojos por un segundo. Pude recordar la escena distintivamente–. Esa mujer era la madre de Lapis.
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Lord Demonio más Débil, Dantalian. 71º Rango.
Calendario Imperial: Año 1505, Mes 9, Día 3.
Palacio de los Gobernadores, Niflheim
— Ya veo. Así que usted es la madre biológica de Lala. ¿Qué la trae por aquí?
— Si, oh, gran lord. Esta humilde ha escuchado noticias de su hija, por la cual ésta ha estado vagando muchos años en su búsqueda. A pesar de haber arriesgado la descortesía, esta ha caminado hasta aquí, por usted, Su Alteza – una anciana increíblemente arrugada habló.
Personalmente le serví una taza de té a la señora. Ella insistió que era demasiado honor y trató de rehusarse muchas veces, pero a pesar de mi apariencia, yo mantenía respeto hacia los mayores. Además de eso, si esta persona era la madre de Lapis Lazuli, entonces el juego habría acabado. ¿Acaso eso no la hacía mi suegra?
— Por favor, no desperdicie mi amabilidad.
— M-muchísimas gracias.
La anciana, como si no tuviese elección, recibió cuidadosamente la primera taza de té. A pesar de sus acciones, no se sentía como si realmente le disgustara.
— Ha dicho que ha estado vagando en busca de Lala, ¿cierto?
— Si, Su Alteza.
— Hasta donde sé, Lala terminó huérfana a una edad muy joven. Cuando ella tuvo uso de razón, sus padres ya se habían ido. Esto podrá sonar algo rudo de mi parte, pero creí que usted había abandonado a Lala y huido por su cuenta…
— Oh, no. Eso no es así.
La anciana había comenzado a llorar.
— Ésta humilde mujer fue desterrada de su aldea tan pronto dio a luz a esa niña. El alcalde corrió a ésta. Una súcubo que hubiese hecho un contrato matrimonial con un simple humano no podría ser aceptada como parte de la aldea. Esa era la ley de ese lugar –escuché la historia de la vida de esta anciana sin decir nada–. Ésta dio a luz a la niña en un frio día de invierno. La consciencia de esta humilde aún no se ajustaba, y sin embargo, el alcalde de repente le ordenó a ésta que se fuera. Ésta humilde rogó insistentemente por algo más de tiempo…una semana, o al menos un día más. Pero no hubo ningún aval. Ésta inferior fue expulsada de la aldea sin siquiera haber amamantado a su propia hija, ni una vez… La anciana bajó su taza de té y se arrodilló. Se arrastró y sujetó mi mano
izquierda.
— Oh, gran lord. La única cosa que ésta mujer de nacimiento humilde ha dejado para esa niña ha sido su nombre, Lapis Lazuli. Su padre tenía el mismo color de ojos: Lapis, y por eso, ésta la llamó así. Esa chica ciertamente es la hija de esta humilde mujer. Por favor, si ésta pudiese ver el rostro de su hija… ver si su hija lo ha hecho bien… eso es lo único que ésta mujer de nacimiento humilde desea – la súplica de esta anciana probablemente tocó mi corazón.
Una súcubo que tuvo una hija por su amor hacia un humano.
Por naturaleza, el matrimonio entre un demonio y un humano era algo prohibido. Esta anciana, al haber violado ese tabú, fue desterrada y tuvo que perder a su hija. Uno solo podía ver esa cicatriz formada por una única noche de amor veraniega, como algo severo.
— Ya veo. Organizaré un encuentro con Lapis.
— ¡¿E-en serio?! Gracias. ¡Muchas gracias, Su Alteza!
— Una madre reuniéndose con su hija. Simplemente estoy garantizando algo que es obvio. No hay razón para que me lo agradezca.
Llamé a Lapis Lazuli para que entrara.
Poco después, Lapis Lazuli, vistiendo el mismo uniforme ordenado, llegó. Lala había mirado a la anciana, pero parecía incapaz de reconocer quién era esa mujer.
— ¿Ha llamado a ésta, Su Alteza?
— Lala. Mi amor eterno y súbdita fiel.
— ¿…por qué se está comportando así de repente, Su Alteza? Cuando usted comienza a imitar una forma extraña de hablar, hace que ésta no pueda evitar sentir una ansiedad muy extraña.
— Examina a esta anciana de aquí. ¿La reconoces, acaso? –Lapis Lazuli frunció el ceño. Era un rostro que mostraba que no tenía idea.
— Ésta se disculpa, pero este individuo le es completamente extraño.
— Mira cuidadosamente. ¿Realmente no lo sabes?
— Ésta es incapaz de suponer lo que usted piensa, Su Alteza –fue entonces, cuando la anciana comenzó a acercarse a Lapis Lazuli. Mientras dejaba escapar un llanto, la dama se acercó a Lala.
— ¡Ah…! ¡Mi niña! ¡Ciertamente eres tú!
Debido a la situación repentina, Lapis Lazuli se congeló. En lugar de parecer confundida, ella parecía más como si fuese incapaz de comprender lo que sucedía. Era ese tipo de sensación. Lala se volvió hacia mi dirección.
— Explíquese, por favor, Su Alteza.
— Tal y como has escuchado, esta persona es tu madre biológica. Claro, hay muchas cosas que deben ser confirmadas antes, pero seguramente una persona no diría una mentira mientras estuviese en presencia de un Lord Demonio, y menos cuando la verdad puede ser revelada en cualquier momento.
Me sentí algo orgulloso.
Una huérfana fue capaz de reunirse con sus padres. Incluso para mí, quien siempre pensaba de forma pesimista, se me hizo difícil evitar estar conmovido por esta reunión. Vagamente esperé que las palabras ‘gracias’ salieran de la boca de Lapis Lazuli. Pero…
—………………
Lapis Lazuli estaba extraña.
Una emoción peculiar había aparecido en sus ojos, aunque fue por un instante. Fue muy breve. Si uno calculase el tiempo, entonces fuese tan corto como un parpadeo. El rostro de Lapis Lazuli era indiferente – yo diría que muy indiferente. A pesar de no saber cuál era esa emoción con exactitud. Era seguro que no era el tipo de expresión que una persona pondría cuando se encontrase con su propia madre por primera vez en décadas.
Rápidamente tomé una decisión.
— Lapis Lazuli.
— Si, Su Alteza.
— Arrodíllate.
Si replicar, Lapis Lazuli se arrodilló. Me preguntaba si la madre estaba confundida por la orden repentina que había dado, pero ella miró de un lado a otro entre Lapis y yo, su expresión era de desconcierto..
Me acerqué a Lazuli y balanceé mi mano derecha. No era una broma. Había puesto la fuerza apropiada en mi brazo y la abofeteé. Lapis Lazuli, incapaz de soportar la fuerza, cayó al piso. Tan pronto como pasó eso, la anciana dejó escapar un grito agudo.
— ¡¿Q-qué sucede, Su Alteza?! ¡¿Qué es lo que está haciendo?!
— Silencio, súcubo superficial. Di otra palabra y te corto la lengua y te la meto por el oído.
Ignoré el llanto de la anciana y tomé a Lapis Lazuli por el cabello. Luego levanté el cuerpo de Lala a la fuerza. Lapis Lazuli no dejó escapar un solo sonido y simplemente levantó la mirada con ojos inexpresivos.
— Confiesa. ¿Te atreviste a usar trucos sucios?
—…ésta ha descubierto por primera vez que usted es un poco más violento de lo que ésta solía creer en un principio, Su Alteza.
— Eres bastante buena en mover desvergonzadamente tu trampa así como así. ¿Te has cegado solo por el hecho de que has ganado mi gracia real? He permitido que una simple campesina como tú se sitúe a mi lado y ¿ahora me quieres hacer tratar a tus padres también? Habla. ¿Soy tu señor o tu saco de monedas? Miré ligeramente a la anciana y pude ver sus labios temblar. Parecía que no podía comprender lo que pasaba delante de ella.
— Tu madre no vino a buscarte. Probablemente fuiste tú la que la encontró primero. Tú y tu madre planearon esta actuación sin gracia solo para ridiculizarme, ¿cierto?
— Eso no es posible… gran lord, ¡es un malentendido! –gritó la anciana como si estuviese llorando–. ¡Ésta humilde solo ha conocido a su hija por primera vez! No hubo ninguna ocasión en la que ésta y su hija se hubiesen reunido y planeado algo en contra suya, Su Alteza. ¡Por favor, créale a esta!
— Se muy bien cuán astuta es tu hija. Siempre tratando de verme la cara de estúpido y apuñalarme por la espalda cada vez que pueda. Es lo mismo. No era suficiente que tú sola vivieses en la riqueza, por eso trajiste a tu madre. Desagradecida.
Volví a abofetear la mejilla de Lala.
Una, dos, tres veces. Seguí golpeándola.
Cada vez, la anciana gritaba una y otra vez. Pero fue así. Una vez que saqué la daga, la anciana salió corriendo a toda prisa de la habitación y escapó a algún lugar.
—………………
La sala de visitas quedó en silencio.
Lapis Lazuli se levantó y silenciosamente se sacudió el polvo de la camisa. El rostro de Lala seguía inexpresivo, como siempre, y parecía que no sentía ningún dolor en particular en su hinchada mejilla.
—…maldita sea.
Thud.
Clavé la espada en la mesa.
— ¡Era una mentira. Tu madre nos ridiculizó con su puta mentira, Lala! Ella no vino a buscarte porque estuviese preocupada, probablemente planeaba pegarse a ti como algún parasito.
— Probablemente eso es lo más acertado –Lapis Lazuli habló con calma–. Ésta ha sido reconocida oficialmente como su concubina, Su Alteza Dantalian. Además de eso, usted también se ha unido a los rangos de la gente más poderosa del continente. La madre de ésta probablemente se le acercó a usted, apuntando a nuestra fortuna.
— ¡Escapar sola cuando su propia hija estaba siendo golpeada…!
Esa era una prueba simple pero extrema.
Fue para confirmar las verdaderas intenciones de la anciana.
Si esa mujer realmente hubiese vagado durante cuarenta años en busca de su hija, entonces no habría existido posibilidad de que se mantuviese inmóvil y permitiese la violencia. Ella habría tratado de detenerme incluso si hubiese tenido que arriesgar su vida.
Sin embargo, esa vieja arpía huyó con demasiada facilidad. ¿Eso que significaba? Quería decir que la vieja esa, como una madre, no amaba o apreciaba a Lapis Lazuli.
La probabilidad de su visita era seguramente por dinero. A lo mejor se arrastró todo el camino para pegarse a su hija y vivir con lujos. Mi corazón se ennegrecía con ira.
— La persona que había tirado irresponsablemente con un hombre, tenido irresponsablemente a una hija, y de la misma forma huido de la aldea… ¡ahora esa persona trataba de regresar y actuar como una madre! ¡¿Cuán desvergonzado podría ser alguien tras abandonar a su hija por 40 años?!
— Su Alteza.
— ¡La mataré! –grité–. Le cortaré la lengua, le romperé las extremidades, y la lanzaré a una cochinera. Para ese tipo de sarnosos, lo único apropiado que deben merecer es el castigo divino. ¡Si los Dioses no cumplen con su trabajo, entonces no hay más opción que yo la castigue en su lugar!
— Su alteza –Lapis Lazuli me miró fijamente–. Compórtese. No hay razón para que se ensucie las manos.
— No, hay más que razones necesarias, Lala. Eres mi amante. Sea una farsa o no, sigues siendo mi prometida. Las burlas que recibes por esto se convierten en mi humillación. Las burlas que yo recibo por eso se convierten en tu humillación. ¡¿Cómo es posible que no tengan valor?!
—………………
— No te preocupes. ¿Cómo me sería posible decirte que mataras a tu propia madre? Espera pacientemente. Me encargaré de esto con discreción. Me aseguraré de no permitir que ese tipo de basura vuelva a intervenir con tu vida. Nunca más. Primero soborna a los guardias, y…
Slap.
No fui capaz de comprender lo que me sucedió por un momento. Fue porque era algo que nunca esperé que pasara.
Miré a Lapis Lazuli con una mirada aturdida, aun incapaz de creer lo que había pasado.
— Lord Dantalian.
—…………
— Ésta le ha dicho que se comporte.
La sensación en mi pecho se estableció. Lala me había abofeteado.
Este no era el problema. ¿Acaso yo no la había golpeado en la mejilla varias veces? Ojo por ojo y diente por diente. Ella naturalmente tenía el derecho de golpearme también. Sin embargo, el hecho de que ‘Lazuli me golpeara’ fue lo que me dejó en shock.
— Lala…
— ¿Finalmente se ha calmado, Su Alteza?
— Lo siento. No te golpeé porque quise. Discúlpame por mover mi mano de forma tan brusca. Realmente estoy calmado. Pero no me he asegurado si tu madre estaba siendo sincera o no –hablé en voz baja–. Si no aclaro este hecho apropiadamente, entonces creo que, al final, tú serás la que resulte herida. Por el precio de convertirme en un chico malo, quiero garantizar tu seguridad. Lo prometo, no tengo ningún otro motivo oculto.
— Ésta lo sabe, pero ese no es el problema –Lapis Lazuli sacudió su cabeza–. No hay razón para que se disculpe por haber golpeado a ésta. Ésta es solo una campesina. El simple hecho de estar a su lado, Su Alteza Dantalian, hace que ésta goce de un privilegio inmerecido. El verdadero problema es otra cosa.
— ¿A qué te refieres con el verdadero problema…?
— ¿No lo sabe, Su Alteza?
Ese tipo de preguntas me enloquecía.
La otra persona tenía la respuesta pero yo no. si era así, entonces yo debería tener el derecho de saber la respuesta, pero, por alguna razón, la otra persona tenia tanto la pregunta como la respuesta. ¿Eso no era excesivamente injusto?
— Lala, no deseo tener un debate contigo.
— No, no es un debate –Lapis Lazuli bajó su cabeza–. Es una simple prueba. Y así, Lala dejó la habitación.
Sin pedirme permiso de ser disculpada.
De repente, me encontré solo en una habitación y mirando inexpresivamente el espacio vacío ante mí. Fue en eso, que una ventana de notificación semitransparente apareció ante mí:
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[El afecto de Lapis Lazuli ha disminuido por 1.]
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Por un largo tiempo, miré vacíamente la notificación. Cómo no había más nadie en esta habitación que pudiese escucharme, murmuré débilmente hacia el aire vacío.
— ¿…qué diablos sucede?
El piar de las aves pudo oírse a través de la ventana
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Lord Demonio más Débil, Dantalian. 71º Rango.
Calendario Imperial: Año 1505, Mes 9, Día 20.
Plaza de Hermes, Niflheim.
— ¿Cuál es el problema?
Parecía como si Barbatos hubiese quedado sin palabras. Era el tipo de rostro que mostraba como si quisiese que me mordiera la lengua y me suicidara.
— ¡Trataste de matar a la madre de tu amante!
Hmm.
— ¿…y qué?
— Oh, Diosa Perséfone. Buen Dios. ¿Por qué no se han llevado a este estúpido cobarde aún? No lo comprendo. Barbatos usó su mano para cubrir su frente.
— Dantalian. ¿Quieres que te lo diga honesta, pero muy honestamente?
— Una respuesta sincera es mucho mejor que una hipócrita.
— Antes de oír tu historia, te advertí sinceramente que terminaras con esa amante súcubo que tienes, ¿cierto? Pero ahora es realmente inútil. Te tardaste. Si vas a ser abofeteado por una paria, entonces lo que merecías era haber sido golpeados cientos y miles de veces.
— Oye, ¿qué habrías hecho entonces? –bajé la bolsa de hielo. La mejilla que me había abofeteado Lala aún estaba caliente –hay una chica que realmente amas. Pero esa chica, independientemente de sus propios deseos, llegó a este mundo simplemente por el error de sus padres. Tan pronto como deja el vientre, rápidamente es tachada de ‘paria’. Incluso ahora, Barbatos, tu también la desprecias.
Barbatos frunció el ceño.
— No ignoro a las personas basándome en su estatus social. Solo las diferencio.
— Querrás decir, que las discriminas. En fin, eso está bien. En resumen, el verdadero culpable de que la vida de Lapis Lazuli se volviera un arroyo es esa vieja bruja. ¿Qué se supone que haga? ¿Qué habrías hecho tú?
La gente que yo más despreciaba era el grupo de individuos que tenían hijos de forma irresponsable. Mi padre lo había hecho, y por eso tuve a mi madre. La gente normal no podría comprender cuán frustrante era para un hijo cuya vida ya hubiese sido arruinada a los 10 años. Sin embargo, comparado a Lala, mi vida podía ser considerada una bendijo. Su vida fue arrugada como un trozo de papel aluminio desde que tenía 1 año.
— No puedo perdonar a esa mujer. Perdonarla estaría mal. Maldita sea. No debería estar preocupado por lo que Lapis tenía en mente y solo asesinar a esa mujer en ese instante.
— Dantalian…
Con un efecto de sonido, un holograma se presentó ante mí.
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[La otra parte está decepcionada de ti.]
[El afecto de Lord Demonio Barbatos ha disminuido por 3.]
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— Eres un chico bastante retorcido, ¿no crees? –Barbatos me miró con simpatía–. Pareces estar perfectamente bien, pero tu cerebro está defectuoso. Ni siquiera comprendes que pareces un enfermo mental en estos momento, ¿o sí?
— Estoy perfectamente normal.
— Hay dos tipos de personas que claman estar perfectamente normal. Los asesinos, y los que pronto serán uno –Barbatos bajó su espalda ligeramente. Y me miró con mucha seriedad–. Todos cometen errores mientras viven sus vidas. Claro, si cometen un error, entonces serán castigados. Hasta ahí, todo está bien. Pero estás declarando que el castigo debe ser una ejecución sin importar qué. Y
es acerca de la madre briológica de tu amante, es eso.
— Si una puta merece morir, entonces que muera. Barbatos suspiró.
— ¿…dijiste que el nombre de tu amante era Lapis Lazuli? Maldición, ella es admirable. ¿Cómo demonios es capaz de tratar contigo? Si fuese yo, te habría cortado las bolas y escapado hace muuuucho tiempo. Ustedes dos realmente deberían terminar.
— ¿Estás de mi lugar o de parte de Lala?
— No lo sé, idiota –Barbatos se rascó la cabeza–. Esperaba que un verdadero novato útil se apareciera luego de mucho tiempo, pero ¿no está siendo solo un paciente mental? Huuh, mi destino siempre es así… si tomas los asuntos de su amor él parece que se encuentra bien, pero ¿cómo demonios hago esta función retardada como una persona real…?
— ¿Hola? Puedo escuchar todo lo que dices.
— Claro, lo haces porque me da la gana de que lo escuches. Señor Puta, estoy pensando en una forma de presente progresivo para ver si debería apuntarme para convertirme en tu abuelita. Todo esto es una verdadera mierda. Barbatos se agarró la frente y gruñó.
Era como si estuviese quejándose de cuan profundo planeaba meterse en la vida de alguien más.
Si te preocupas por los problemas personales de otra persona, entonces probablemente en un pantano sin fin. Quizá Barbatos estaba pensando en ese sentimiento pegajoso.
Me pregunto si finalmente había tomado una decisión.
—…muy bien. Sigamos hablando.
Barbatos tenía una expresión que parecía como si se hubiese resignado a atar algo en su mente.
— ¿Seguir hablando? ¿De qué?
— Estúpido. Estoy hablando de tus asuntos de amor. De lo que me has dicho hasta ahora, no parece que exista un gran problema entre tú y tu amante súcubo, hasta ahora. Pudieron haber discutido, pero no fue gran cosa, no una pelea tan grande como para terminar. Solo que, ¿qué tipo de mierda estuviste haciendo el resto del mes que hizo que la chica se horrorizara de ti?
— Veo que hablas en un tono como si ya estuvieses segura de que soy yo el que tuvo la culpa.
— Si. Si lo estoy. Si crees que es injusto, entonces demuestra tu inocencia, tsk…
Barbatos miró por la ventana.
Afuera aún era mediodía, era muy brillante.
Como si estimase el peso de la luz solar, Barbatos entrecerró los ojos. La luz solar pulió sus pantorrillas y se deslizó por ellas.
Honestamente hablando, era encantador.
Incluso la luz solar estaría contenta por el hecho de besar la pierna de Barbatos. No había duda de que sería más feliz que caer en mi cabeza. Si no fuese por esa figura infantil, entonces me habría enamorado de ella.
— ¿…oye, qué miras?
Barbatos estaba mirando en mi dirección como si mirase algo molesto. Respondí con honestidad.
— Admiraba tu muslo.
— No es gratis, si quieres admirarlos, paga entonces.
— Puedes mirarme un muslo a cambio.
— Dime eso luego que te rasures la pierna. Me encogí de hombros.
— Obtuve información. Barbatos inclinó su cabeza.
— ¿Qué información?
— Una pequeña carta. No había nombre ni remitente en ella. Solo dos frases que fueron escritas con una pluma. El contenido es fácil de recordar. Saqué un trozo de papel de mi bolsillo y se lo lancé.
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Tienes un enemigo. Dentro de 10 días, un ejército de 2,000 hombres invadirá tu castillo de Lord Demonio
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— Hmmm.
Barbatos dejó escapar un ruido de su nariz.
— Una amenaza directa escrita aquí, ¿eh?
— Veo que es más que una advertencia que una amenaza.
— ¿Por qué? Incluso a simple vista parece una tontería.
— Mira esas líneas con mucho cuidado, Barbatos. Podrían ser solo dos frases, pero muchas consecuencias contextuales están ocultas en ellas. Primero, ‘tienes un enemigo’, está escrito aquí. Esto oculta con sutileza que ‘yo no soy tu enemigo’. Esto era demasiado insignificante como para ser tratado una carta amenazadora. Por eso es que cuando recibí este mensaje hace un mes, Lala y yo lo habíamos contemplado. ¿Quién, con qué intención, había enviado esta carta?
— Mirando el estilo de letra, la persona que hubo escrito esta carta es de clase alta, y ha recibido educación profesional. Por la forma en cómo están inclinadas las palabras, puedes juzgar que, o es diestro o ambidiestro.
— ¿…puedes decir eso?
— Eso no son más que suposiciones –apoyé mi espalda en la silla. Seguí hablando desde una posición cómoda–. Además, existe una alta probabilidad de que la persona esté envuelta en negocios mayores. Barbatos enarcó la ceja.
— ¿Ah? ¿Por qué mayores?
— Si tienes ojos, entonces mira el número.
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Tienes un enemigo. Dentro de 10 días, un ejército de 2,000 hombres invadirá tu castillo de Lord Demonio.
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Hay una coma entre el 2 y el 0. Por eso es que existe la probabilidad de que la persona esté trabajando en una posición elevada.
—…………………
Barbatos seguía con una expresión de confusión.
Parecía que esta chica violenta de Lord Demonio no era buena volviendo su cabeza en este tipo de lugares. Suspiré y amablemente le expliqué.
— La gente normal no colocaría una coma cuando escribiese números en ‘miles’. Usualmente escribiría 2000 sin ningún símbolo en especial. Pero la persona que hubo escrito esta carta, colocó una coma, ya que era su costumbre. Esto significaba, que era una persona que normalmente trabajaba con grandes cantidades de dinero. Una persona que siempre colocaba ‘comas’ cada vez que
había tres ‘0’ juntos. Una persona que interactuaba con números enormes como 1.000.000 cotidianamente.
— No hay duda de que esta persona trata, bien sea, con documentos contables o libros mayores con mucha frecuencia. Esta persona podría ser un gran administrador territorial, o solo un comerciante que trabaja con una posición bastante alta.
— Ya veo… –Barbatos mostró una sonrisa torcía mientras miraba la carta–. Tu cerebro no está allí por gusto.
— Aun no te conmuevas. Todavía quedan 5 verdades ocultas en esta carta. Pero si yo me decidiese a explicarte cada una de ellas, entonces moriría de aburrimiento, por lo que las omitiré. Desde tiempos antiguos, los secretos eran como tener sexo.
Cuando quitabas las ropas de tu pareja, tenías que remover una capa a la vez. ¿Qué diversión tenia quitárselo todo de una sola vez?
Todo se encontraba en la cúspide de la belleza cuando se desvestia a la mitad. Al igual que una mujer que solo revelaba medio cuerpo era más encantadora que una completamente desnuda, los secretos sabían mejor cuando solo eran expuestos por aquí y por allá y luego se cocinaban.
C’est si bon. (Es muy bueno en frances)
— Este tipo es un bastardo completamente pervertido, ¿no es así? Luego de escuchar mi estética, el rostro de barbatos se distorsionó.
— En fin, dices que existe una gran posibilidad de que el culpable sea un comerciante, ¿no es así?
— Hmm. Al menos del exterior –me rasqué la cabeza–. Afortunadamente, tengo una profunda amistad con los comerciantes. Si, quizá, la persona que envió esta carta realmente es uno de ellos y simplemente está jugando una broma, entonces sería más fácil atrapar al culpable.
— ¿Hm? ¿Cómo?
Sonreír con facilidad.
— Ya te lo dije. Los comerciantes son amigos míos.
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Lord Demonio más Débil, Dantalian. 71º Rango.
Calendario Imperia: Año 1505, Mes 9, Día 5.
Palacio de los Gobernadores, Niflheim
—…éste nunca ha escrito una carta como esta en su vida.
— Jefe. Yo también deseo creer que eres inocente. Pero, en el pasado, conspiraste contra mí y me atacaste, ¿o no? Es decir, aun no eres completamente de confianza.
— Éste ya no tiene pensado ser hostil contra usted, Su Alteza.
— Esa es una pena. Soy incapaz de creerte.
—………………
Ivar Lodbrok apretó sus dientes.
Estaba claro que se había molestado. Después de todo, él tenía bastantes razones para estarlo.
Esta persona que estaba ante mí, originalmente era una de las autoridades mayores. Él era la persona más rica del mundo demoniaco, además que, desde las sombras, era el gobernador de la ciudad libre de Niflheim.
Esa persona había caído y ahora actuaba como mi marioneta. Ladraba como un perro con cada orden que le daba. Era bastante lamentable. Incluso así, no planeaba perdonarlo con tanta facilidad.
— ¿Qué tiene que hacer este para poder ganarse su confianza, Su Alteza?
— Solo hazme unos cuantos favores.
— ¿Favores de qué tipo…?
— Primero, me gustaría contratar unos cuantos soldados.
En la carta anónima, fue escrito que un ejército de 2.000 hombres iba a invadir. Aunque todavía era incierto si la carta era real o solo una mentira, no había nada de malo en estar preparado. Al menos unos 3.000. Sí, quiero prepararme con unos 3.000 soldados como mínimo.
— Considero esto como una solicitud sencilla. Si se trata de la asombrosa Firma Keuncuska, entonces es bastante seguro de que serás capaz de reunir tres mil hombres con mucha facilidad. ¿No lo crees?
—…por supuesto, Su Alteza.
La otra parte tenía una expresión como si hubiese masticado mierda.
Oye, tus emociones se muestran en tu cara.
¿Acaso estaba mirándome con desprecio? ¿Era eso? ¿Acaso decidió que no tenía que mantener las apariencias ante mí?
Era problemático. Una mascota que menospreciaba a su dueño no era de utilidad. Parece que, nuevamente, tengo que enseñarle a este vampiro la forma como debe comportarse.
— Lodbrok. ¿Acaso me desprecias?
—…eso no es posible. Éste mantiene respeto y lealtad por los Lores Demonio en su pecho. Siempre.
— Es un alivio. Porque tú también me agradas. Estaba preocupado que, quizá esto podría ser un amor unilateral. Ese tipo de amor solo es bonito durante la infancia de uno. Pero a esta edad, ¿no crees que es vulgar ser atrapado por algo así?
Ivar Lodbrok me miró con dudas. Probablemente trataba de imaginar lo que yo estaba hablando.
Saqué algo de mi manga. Bueno, no era algo tan importante. Una simple hebra de cabello. Era simplemente una hebra de cabello rubio. Ivar Lodbrok frunció el ceño.
— ¿Qué podría ser eso?
— Lo diré de nuevo. Me agradas mucho. Excepto, que no me refiero a tu apariencia de viejo sino tu cuerpo original. Esa forma femenina y delicada. Esa es la que prefiero.
— ¡…………!
Los ojos de Ivar Lodbrok temblaron con nerviosismo.
El cuerpo principal de Lodbrok era una chica de cabello rubio. Ese cabello que yo había sacado también era rubio. ¿Qué podría significar eso?
— ¡Seguramente…!
— Con respecto a tu cuerpo, personalmente prefiero tus pantorrillas. Tu pequeño pecho y el contorno de tu cintura también están bien. Pero realmente creo que tus pantorrillas son las mejore –sonreí–. Si acaricias cuidadosamente, entonces puedes sentir la firmeza de tu espinilla y la suavidad de tus pantorrillas el mismo tiempo. Siento como si mis manos pudiesen derretirse por tanta suavidad. La fragancia de rosas emanando de tu piel casi hace que quiera lamerte sin darme cuenta.
— ¡¿Acaso no prometió no tocar el cuerpo principal de éste, Su Alteza?! –Ivar Lodbrok dejó escapar un grito de ira–. ¡Éste ha traicionado a Su Alteza Paimon tal como usted lo ordenó! ¡Éste lo ha protegido mientras sacrificaba a un ejecutivo de la Firma! ¡Entonces, ¿por qué…?!
— No te equivoques –hablé con tono descuidado–. No hicimos una promesa. Las promesas son cosas que tienen beneficios mutuos. Sin embargo, nuestra relación es mucho más simple que esto. Jefe. Esto es obediencia absoluta.
—……………
— Arrodíllate.
Ivar Lodbrok se enderezó.
Me preguntaba si no fue capaz de escuchar acordemente mi petición. Al ver que estaba atrapado en el cuerpo de un viejo, ¿su sentido del oído también se había dañado? Ciertamente eso era posible. No te preocupes. Creo en el respeto a los ancianos. Soy un hombre que es capaz de mostrar compasión hacia los ancianos tanto como sea requerido.
Con un tono amable, volví a dar la orden.
— Arrodíllate, jefe.
—………………
— Vamos.
Ivar Lodbrok lentamente dobló sus rodillas. Yo asentí
— Ahora ven acá.
—………………
La humillación y la ira tiñeron el rostro del viejo caballero.
No podía evitar amar esas veces que una persona con poder colocaba una expresión como esta. Se sentía como si yo mirase a un delincuente recuperarse de sus andanzas. Casi quería elogiar la belleza de la humanidad. Y hacerlo audiblemente.
Ivar Lodbrok se arrastró hasta mí.
Me quité el zapato y presioné mi pie derecho contra la cabeza del viejo caballero. Era, claro está, una acción de burla. Los hombros de Ivar Lodbrok temblaron.
— Jefe.
—…si, Su Alteza.
— Por favor, ándate con más cuidado mientras estés ante mí. No te ridiculicé al momento en el que nos conocimos. Normal y suavemente, te traté como un cómplice de igual posición, sin embargo, ¿no me miraste como si estuvieses mirando a la basura?
Presión. Presión.
Empujé su cabeza más abajo.
La nariz de Ivar Lodbrok tocó el suelo.
— Por esta razón es que la comunicación es imposible. ¿Cuánto tiempo más planeas dejarme en un amor no correspondido? Si deseas que respete tu dignidad, entonces debes respetar la mía primero. ¿Lo entiendes?
— Ciertamente, éste lo mantendrá en mente…
— Prepara tres mil tropas en dos días –retiré mi pie–. Seria problemático si reunieses un montón de gente al azar, por lo que solicitaré los soldados de mejor calidad. De acuerdo al mensaje, la invasión se llevará a cabo en 10 días, así que apresúrate.
Rápidamente, Ivar Lodbrok levantó su cabeza.
— ¡Su Alteza, dos días es muy poco tiempo! Al menos, permítanos una semana… no, incluso si nos diese medio mes, sería casi imposible contratar tres mil soldados de la mejor calidad.
— ¿De qué hablas? Por las cercanías hay muchas tropas.
— ¿Perdón?
— ¿No hay soldados protegiendo Niflheim? Escuché que la fuerza militar de aquí rondaba los 8.000 hombres. Préstame algunos de allí.
Ivar Lodbrok abrió su boca. Era un rostro como si acabase de escuchar una sugerencia increíble.
— ¡Su Alteza! ¡Esas personas son las defensas de la ciudad!
— ¡Y tu actualmente eres el gobernador de Niflheim! Puedes mover las fuerzas por doquier tanto como te plazca.
— ¡Entiéndalo por favor! ¡Si los soldados se van, entonces el método de defender Niflheim desaparecerá con ellos! Niflheim es una ciudad libre que es responsable de toda la economía del mundo demoniaco. Si este lugar llega a caer, entonces un gran infortunio caerá sobre todo el mundo demoniaco. ¡Si eso pasare mientras la Muerte Negra aún se propaga…!
— Oye, oye, cálmate –me levanté de mi silla. Levanté a Ivar Lodbrok nuevamente y metódicamente quité todo el polvo de sus ropas. Él, inseguro de cómo reaccionar, fue incapaz de decir algo en respuesta–. Claro, hay muchas cosas de que preocuparse. El peligro que tendrás que cargar sobre tus hombros también es grande. Lo comprendo. En serio lo hago. Pero independientemente de todo ello, jefe. Esto es desafortunado, pero… Finalmente, sacudí el hombro de Ivar Lodbrok.
— Ese es tu problema, no el mío.
—……………
Sonreí abiertamente.
Ivar Lodbrok quedó atónito.
— Ah. Debería señalar que este cabello no es de tu cuerpo principal. ¿Cómo podría hacer algo así cuando te respeto tanto, jefe? No te preocupes.
— ¿Perdón? ¿Entonces, de dónde…?
— Ahh, se lo arranqué a un perro que estaba paseando por el palacio de los gobernadores luego de jugar un rato con él. El color de ese animal y su encanto son bastante refinados. Como era de esperar, si el dueño está bien, entonces las mascotas viven una vida llena de lujos.
La expresión de Ivar Lodbrok cambió de inmediato.
Él debió haber comprendido que se había ridiculizado por el cabello de algún perro y estaba atónito.
Por eso es que no debiste haber tomado represalias de forma tan inútil. Nos podríamos haber llevado bastante bien sin habernos molestado el uno al otro. No puedo entender a la gente que insiste en mantener su orgullo cuando saben que obviamente van a perder. ¿Acaso eres masoquista? ¿Disfrutas recibir el dolor a propósito? Esto es tan problemático, que hay tantos pervertidos en el mundo…
— Tres mil soldados. La mejor calidad. Lo dejo en tus manos, jefe.
—…sí.
— Oh, cierto. Me gustaría que también obtuvieses algo de información – sonreí–. Esto tampoco es algo difícil de hacer, por lo que no necesitas preocuparte. Es una tarea para encontrar a un solo humano. Ah, mientras estés en ello, cómprame una de las botellas de vino más finas.
— Cualquier cosa que me ordene…
Parece que finalmente se había resignado a resistirse. Ivar Lodbrok bajó su cabeza. Era lindo, porque su cabello caído parecían las orejas del perro. EL hecho de que tuviese demasiadas arrugas era un defecto, pero, oh, bueno. Sería mejor si solo pensara en ello como un perro adulto con un fuerte sentido del orgullo. Me sentiría apenado si lo presionaba tanto, por lo que debería darle luego una recompensa. Oh, no. no debería tener el pasatiempo de criar una mascota…
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Lord Demonio más Débil, Dantalian. 71º Rango.
Calendario Imperial: Año 1505, Mes 9, Día 7.
Palacio de los Gobernadores, Niflheim.
Pude oír el sonido del papel siendo revuelto.
Me preguntaba si había estado sudando toda la noche, pues mi espalda se sentía húmeda. Me froté los ojos y volví mi cabeza para ver a Lapis Lazuli leyendo un reporte junto a mí en la cama.
— ¿Lodbrok?
— Si.
En respuesta a mi pequeña pregunta, preguntando como si fuesen reportes de Lodbrok, Lapis Lazuli respondió de inmediato.
Había pasado una semana desde que nos habíamos convertido en amantes. Curiosamente, nuestras palabras se cruzaban entre sí bastante bien. ¿Debería decir que nuestra compatibilidad era buena? No, podría ser excesivamente relajada para incluso considerarla mi amante…
— ¿Cómo va?
— El nivel de información es favorable. El total de mercados de esclavos ubicados en la región norte de Cerdeña es de 13. Entre ellos, la cantidad de mercados de esclavos que se encargan de los esclavos nacidos de familias nobles son 4. El esclavo que usted está buscando está registrado en Pavía.
Lapis Lazuli sacó un único documento.
Sacudí mi cabeza y enterré mi nariz en sus muslos. Se sentía como si ella se hubiese aplicado algún tipo de aceite dulce en su piel. Un aroma agradable emanaba de ella.
— ¿Aceite de oliva?
— Es aceite de rosa de montaña de Anatolia. Su Alteza. Si tiene tiempo de acosar sexualmente a ésta, entonces échele un vistazo a este reporte primero.
— No deseo leer cosas cuando me acabo de levantar, y menos en la mañana. Lo apreciaría muchísimo si lo leyeses en voz alta para mí.
— No es de mañana, es de tarde –Lapis Lazuli suspiró–. Ésta cree que es por usted que el ciclo de vida de ésta está siendo arruinado. El tener sexo una vez consume demasiado tiempo. Ésta le aconseja reducir de 4 horas a 2, Su Alteza.
— ¿Qué se supone que debo hacer cuando mi aguante es inigualable? –besé ligeramente el trasero de Lala–. No estoy acostumbrado a satisfacer mis deseos con rapidez. En cualquier caso, es un gran problema que los hombres de hoy en día no sepan cómo mostrar consideración por las mujeres. Que agradable es disfrutar la calidez de la otra persona, y…
— Ésta lo sabe. Ya es conocido para ésta que usted es un pervertido que supera la imaginación, por lo que ésta no necesita otra lección –Lapis Lazuli se resignó y comenzó a leer el reporte–. ‘Laura De Farnesio. Desde su nacimiento como hija ilegítima de la familia del Duque Farnesio, ella ha estado confinada en la mansión todo el tiempo. Aunque nunca se ha revelado quien es su madre biológica, existe el rumor de que ella nació luego que el duque violara a una de las sirvientas.
— Hmmm.
Acaricié el muslo de Lapis Lazuli mientras la escuchaba.
Lala no tenía grasa inútil. Era probable porque haya nacido como una paria y pasara su infancia teniendo hambre. Vagar por los callejones y encontrar chatarra de las latas de basura. Siendo maldecida por ser una hibrida. Recibiendo piedras que constantemente le lanzaba… yo debería haber matado a esa vieja bruja.
Realmente me lamentaba por ello.
— Parece que la Srta. Farnesio vivió una infancia con muy pocos privilegios. Lapis Lazuli continuó:
— No solo la mansión, ella también tenía estrictamente prohibido dejar surecámara también. Sus hermanos no la consideraban como miembro de la familia, e incluso los sirvientes la trataban como si no existiese… ¿Su Alteza? ¿Me está escuchando?
— Claro que te escucho. Lo hago diligentemente.
— Es que esta cree que usted solo ha estado tocando el muslo de ésta desde hace rato.
— No sé de lo que hablar. Solo estás viendo cosas.
—…ésta seguirá leyendo.
Laura De Farnesio. Ella era un personaje importante que apareció en «Dungeon Attack».
Al igual que el protagonista, ella fue un individuo influyente en esa era, pero si uno fuese a apuntar una diferencia, entonces era que ella llevó al mundo al terror en lugar de la esperanza.
Había una razón política ligeramente complicada que estaba detrás de esto.
El protagonista de «Dungeon Attack», el héroe, estaba afiliado al «Imperio de Habsburgo». Por otro lado, Laura De Farnesio trabajaba para la nación conocida como «Reino de Bretaña». El imperio y el reino, queriendo decidir quién era el verdadero gobernante del continente, comenzaron una guerra masiva.
Hubo un momento que, comparado a los Lores Demonio, la cantidad de humanos que murieron a causa de la Srta. Farnseio fue mayor. En otras palabras, para el protagonista, podrías decir que ella era un oponente que era más terrible que los mismísimos Lores Demonio.
Bueno, esas eran cosas que sucederían 15 o 20 años en el futuro.
En la fecha actual, Laura De Farnesio no era más que una débil y frágil chica de 16 años.
¿Qué había que ocultar?
Quería tomar de antemano a esa chica que estaba destinada a convertirse en una gran general en el futuro.
Ya que parecía que 2.000 soldados iban a invadir desde una región desconocida. Mientras yo contrataba las tropas, quería reclutar a un comandante al mismo tiempo. Matar dos pájaros de un solo tiro.
Lapis Lazuli terminó de leer el reporte y habló:
— Su Alteza. Hay algo que ésta desea preguntar. ¿Por qué tiene tanto interés en una chica de la raza humana?
— No hay razón en particular. Simplemente que esta chica alberga el mayor odio hacia los humanos.
Le dije una mentira con mucha indiferencia.
No había razón especial. Seria problemático si le respondiese honestamente y dijera ‘es algo que sé porque jugué el juego, pero esa chica va a crecer y va a convertirse en la mayor general del continente’. Solo podría dramatizar una razón y decírselo.
— ¿…odio, dice?
— Si. Piensa en ello desde su posición. Ella nació como una hija ilegítima y pasó sus días encerrada por siempre en su habitación. Recibió abusos de la gente que se suponía que era su familia. Fue ignorada incluso por los sirvientes. Y, ahora que la familia ha quedado en la ruina, Laura De Farnesio terminó convirtiéndose en una esclava y fue vendida a un mercado. ¿Qué crees que esté pasando por la mente de esa chica? ¿Qué es lo que más desearía? ¿Acaso no estaba nutriendo su odio por los humanos?
—………………
— Para mí, esta chica es necesaria. Una chica que arde con odio más que nadie. Necesito una chica que sea capaz de venderle su propia alma al diablo si eso significa obtener venganza de los humanos. Laura De Farnesio, una existencia solo para mis preferencias. Reí. Lapis Lazuli me miró con una expresión impasible.
Ella tenía ojos que parecía como si entendiese todo, pero al mismo tiempo no entendiese nada.
— ¿Qué? ¿Estás decepcionada que no fuese la respuesta que esperaba?
— A lo mejor –Lapis Lazuli inclinó su cabeza-. Ésta estaba segura que usted quería obtener y disfrutar de sexo de mayor calidad proveniente de una de alta cuna.
— ¿Qué? Qué tonterías… Espera. ¿Cómo qué tipo de persona me ves?
— Claro, ésta lo ve así.
¡Había un vasallo que trataba a su señor como una escoria humana! Comprendí vagamente la razón por la que el afecto de Lapis Lazuli aún no pasaba los 10. No, bueno, en realidad soy un humano, sin embargo. No soy lo suficientemente depravado como para hacer algo tan repulsivo como tener una esclava sexual.
— Lala –hablé con un tono increíblemente serio–. Usaré esta oportunidad para hablarte claramente.
— ¿Qué sucede?
— Prefiero a las mujeres adultas –fue realmente eso. El complejo de loli era una enfermedad mental–. No puedo soportar a la gente que aun huele a niña. Claro, prefiero las pechugonas en lugar de las planas, y prefiero un trasero generoso en lugar de uno pequeño. ¿Entiendes? La gente a la que le gusta el cuerpo de niños es tan insana y lo único que tiene en sus cabezas son un montón de tornillos flojos.
— ¿En serio? –Lapis Lazuli asintió–. Para resumirlo, la que más se acerca a sus preferencias, Su Alteza, es Su Alteza Paimon en lugar de Su Alteza Barbatos.
— Antes de hablar de quien se acerca o no, el hecho es que me disgusta el cuerpo de una niña. Incluso si la otra parte se me acerca y me ofrece su cuerpo, ¡lo declinaría!
— Es una pena. Si usted obtuviese a la Srta. Farnesio con la intención de complacer sus deseos sexuales, entonces ésta apoyaría abiertamente la decisión, ya que eso significaría que la carga que ésta tiene se reduciría bastante.
— ¡¿Te disgusta mucho dormir conmigo?! No, espera. Al final, ¡¿no fuiste tú la que vino a mí primero?!
— Mil disculpas. En ese entonces, ésta aun no comprendía que en realidad usted era un semental. Usted incluso se satisfizo completamente la primera noche, 3 veces seguidas… honestamente, ésta ha comenzado a lamentarse.
— ¡¿Eso no es demasiado?!
Había terminado escuchando de mi amante de 1 semana, que ella ya estaba lamentando su decisión.
Podría haber sido simplemente una relación física sin amor ni nada parecido, pero no pude evitar recibir un gran golpe…
Mientras conversaba con Lapis Lazuli, alguien tocó la puerta.
— Oh, gran lord. Su almuerzo ha llegado.
— Ah, está bien, pasa.
Eran las criadas que trabajaban en el palacio de los gobernadores.
Las criadas abrieron la puerta y entraron. Cada criada cargaba una bandeja de plata. Miraron en esta dirección y todos sus rostros se helaron al instante. Un hombre y una mujer estaban tendidos en la cama, completamente desnudos. Aunque estábamos cubiertos por una sabana, la parte superior de mi cuerpo estaba visible.
— ¡D-discúlpenos! ¡Su Alteza!
— No hay problemas. El que les ordenó pasa fui yo, no hay razón para que se disculpen. No nos presten atención y sirvan el almuerzo.
— Ah… entendido.
Las criadas agradecidamente colocaron los platillos en la mesa. Aunque se esforzaron por ser indiferentes ante nosotros y mantener sus miradas en su lugar, por instinto terminaron echándonos miraditas.
¿Hm? ¿Era la primera vez que veían a un Lord Demonio sin sus ropas?
Encontrándolo divertido, miré silenciosamente a las criadas hasta que escuché el sonido de una lengua hacer ‘tsk’. Fue tan bajo que pude haber obviado el sonido. Mi corazón se tornó drásticamente frio.
— Nosotras ya deberíamos irnos.
— Todas ustedes. Deténganse allí.
Las criadas se quedaron inmóviles en la puerta. Sin darme cuenta, terminé hablando fríamente.
— ¿Quién fue la que emitió un sonido con su lengua?
— ¿Perdón?
— No se hagan las inocentes. Escuché claramente que una de ustedes emitió un sonido. Confiesen quien fue la culpable.Las criadas se miraron entre sí con rostros horrorizados. Pero fue algo pasajero. Sus ojos naturalmente se centraron en una sola persona. Era una chica con orejas de gatos de la raza de bestias.¿Ah, sí? ¿Eres tú la culpable principal de haber chasqueado su lengua? Me coloqué una bata y me levanté de la cama.
—……………
Durante ese tiempo, la criada de raza bestia había comprendido su error y comenzado a temblar. Sus dientes castañearon. Parecía que sus colegas habían predicho cuál sería su destino mientras daban unos pasos hacia atrás.
— Nombre.
— J-J-Julia, así es el nombre de ésta.
— Ya veo, Julia. Tienes un lindo nombre.
En contraste con el cumplido, mi rostro era serio.
— ¿Por qué chasqueaste la lengua?
— E-esta lo lamenta mucho, Su Alteza. ¡Por favor, perdone a ésta!
— Te pregunté la razón del sonido que emitiste. La criada no podía responder.
Estaba bien. No estaba preguntándole de forma que esperase una respuesta. Pues ya conocía cual era.
La chica no me chasqueó la lengua a mí. Sino a mi lado. En otras palabras, mientras miraba a Lapis Lazuli, ella hizo ese sonido.
Eso puso mi humor por el piso.
Era increíble.
Lo hizo de tal forma, que apenas podía controlar mi ira.
— ¿Estas menospreciando la escena de verme en intimidad con mi amante?
— No, Su Alteza. ¡Ésta no pensó en nada parecido…!
— Entiendo. Debe haber sido muy desagradable ver a una simple mestiza campesina en la misma cama de un Lord Demonio. Debe haber sido una mirada muy amarga para ti. Por eso fue que chasqueaste la lengua en dirección a mi amante, ¿no?
— E-esta… e-esta estaba…
Di en el clavo. Ese era el tipo de sensación que obtuve de su respuesta. Ya no había más que ver.
Di grandes pasos hacia la pared donde estaba colocadas las espadas y saqué una. La delgada hoja salió mientras hacia un sonido metálico. Al ver eso, las demás criadas gritaron.
— Antes de ser una campesina, ella es mi prometida. ¿Con qué autoridad te burlas de la amante de alguien más? ¿Soy tan ridículo como para que te burles?
— Su Alteza… al menos… por favor, salve… la vida de ésta… Era bastante difícil de entender.
Luego de caer en este mundo, solo cosas incomprensibles habían estado sucediendo.
¿Por qué la gente menospreciaba a los demás con demasiada facilidad?
¿Por qué la gente no contenía incluso la menor cantidad de etiqueta?
Y finalmente, ¿por qué la gente atacaba cuando sabían que iban a perder?
No tenían precaución, ni sentido común, y mucho menos conocimiento. Tal como lo hizo Paimon y Lodbrok. Esa vieja bruja sacudió mis tripas hace unos días, y ahora, esta criada estaba tratando de comenzar una pelea.
Por eso es que. Ya que estaba lleno de ese tipo de personas. Como solo había ese tipo de personas irresponsables, mis hermanas y yo…
Abruptamente, cajas de opciones aparecieron con efectos de sonido.
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[1. Castigar.]
[2. Salvar.]
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Una ventana semi transparente que solo era visible para mí.
Reforcé el agarre de la empuñadura de la espada. Las demás criadas contuvieron sus respiraciones. La chica bestia murmuró su suplica de perdón mientras lloraba.
Matar o no matar. Todo tipo de cálculos pasaban por mi cabeza. El estatus político amenazador de asesinar a los sirvientes del palacio de los gobernadores. El impacto social que eso provocaría. El daño que mi imagen pública recibiría. Sin embargo, a pesar de considerar todos esos desméritos, era difícil perdonar a esta chica. Era muy difícil, increíble diría yo. Claramente no conocía la razón por la que no podía, pero…
— Lord Dantalian –en un tono calmado y apagado como siempre–. Ya es suficiente–. Lapis Lazuli habló.
Volví mi cabeza lentamente hacia Lala.
En el mismo lugar, se encontraban los ojos que vi hacia solo unos días.La misma mirada de reproche que me preguntaba que si no comprendía que había hecho algo mal.
—……………
En ese momento, el interior de mi cabeza se enfrió rápidamente.
Ahora yo fui capaz de comprender cuan insanas eran mis acciones actuales. Que yo intentase asesinar a alguien solo porque hubiese chaqueado su lengua una vez, era ridículo.
La vieja dama y esta criada ante mí eran distintas. La dama era la culpable principal de haber arruinado totalmente la vida de Lapis Lazuli. Sin embargo, todo lo que esta criada había hecho era sonar su lengua. Aunque ciertamente ella no conocía su comportamiento, lo hizo. No cometió un crimen del que valiera la pena ser asesinada.
Forzosamente vertí agua fría en mi cabeza.
Cálmate. No te hagas enemigos sin razón. Si ellas han reconocido su error, entonces retrocede.
Los procedimientos de comportamientos se aferraron como un manual.
La doctrina que se había convertido casi instintiva debido a la educación de mi padre, comenzaba a surtir efecto. 1 segundo. 2 segundos, y luego del tercer segundo, recuperé mi compostura.
Arduamente abrí mi boca.
— ¿…has reflexionado lo suficiente por tus acciones?
— ¡S-sí, Su Alteza! ¡Ésta lo lamenta muchísimo! ¡Ésta no volverá a hacerlo jamás!
— Nunca olvides esa emoción. Un pequeño error puede amenazar tu vida –me volví a mirar a las demás criadas–. Manténganlo en mente. Como sirvientas que son, que atienden a la gente noble, cada una de sus acciones puede llevarlas a un error irreparable. Sus errores pronto serán los de Niflheim. Su imprudencia pronto se convertirá en la imprudencia de Niflheim. Actúen con responsabilidad.
Las criadas hicieron una profunda reverencia al mismo tiempo.
— ¡Lo mantendremos en mente, Su Alteza! Asentí. Con esto, había tenido éxito en dar una respuesta evasiva.
— Bien, se pueden ir.
Y en eso, las criadas se retiraron.
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[1. Castigar.]
[2. Salvar.]
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Las palabras brillaron notablemente en el aire.
Luego se esparcieron y formaron nuevas líneas.
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[¡Una decisión amable y piadosa!]
[La fama se ha incrementado ligeramente.]
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Luego, las líneas se separaron en pequeñas piezas y se dispersaron como pétalos.
Debería sentirme complacido por el hecho de que mi fama se hubiese incrementado aunque fuese un poco, pero, honestamente, mi humor en estos momentos era pésimo. Estaba en el fondo. Había pasado mucho tiempo desde que mi humor había sido terrible.
Lapis Lazuli me miró en silencio. El momento en el que nuestras miradas se encontraron, me disculpé. Fue algo por instinto.
— Lo siento.
— ¿Por qué?
— Eso…
No pude responder. La sensación de haber hecho algo malo estaba presionando mi corazón. Sin embargo, no pude comprender con exactitud lo que había hecho mal, en lo más mínimo. Eso era desconcertante.
El silencio se esfumó. Al final, Lapis Lazuli suspiró.
—…entendido.
¿Qué entendió?
Se levantó de la cama y se colocó su ropa. Luego que Lapis Lazuli se colocase todo el uniforme, bajó su espalda e hizo una reverencia. Fue un movimiento fluido y sin el más mínimo error.
— Ésta debe hacer los preparativos para partir al mercado de esclavos. Debería ser acorde contratar a las hermanas Berbere para viajar esta vez. Por favor, salga una vez que haya terminado de almorzar.
— Lala.
— Ésta debe irse antes.
Sin mirar en esta dirección, ella abrió la puerta y se fue.
Tal como lo hice hace cuatro días, quedé completamente solo en la habitación. Lapis Lazuli podría haberse ido, pero el aroma de rosas aún estaba en el aire. Y luego, una ventana de notificación surgió.
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[El afecto de Lapis Lazuli ha disminuido por 1.]
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—……………
En silencio, usé mis manos para cubrir mi rostro. Mientras vivía mi vida, yo pertenecí al grupo de gente que estaba decepcionada de los demás. Nunca fui parte del grupo que decepcionaba a otros.
Pero no hoy. Hoy decepcioné a Lapis Lazuli.
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Lord Demonio más Débil, Dantalian. 71º Rango.
Calendario Imperial: Año 1505, Mes 9, Día 20.
Palacio de los Gobernadores, Niflheim.
— ¿Sabes cuál es la peor parte?
—………
— El hecho de que no tengo ni la menor idea de qué hice mal. Tarde en la noche. Antes de saberlo, el escenario fuera de la ventana se había oscurecido. Barbatos estaba mirándome bajo la luz de la vela que se movía silenciosamente.
Mientras el exterior se tornaba oscuro, la sobre que cubría la complexión de Barbatos se esparció por todo su rostro. Mientras apoyaba su mentón en su brazo, me miró silenciosamente.
— Al menos me comportaría desvergonzadamente si no sintiese que hubiese hecho algo mal. Incluso podría preguntarle a la otra parte cuál era el problema. Pero no yo, entiendo que he hecho algo mal, solo que no tengo idea de que fue. Y… ese sería el sentimiento miserable. Sumamente…
—…………
— Dime. ¿Qué podría querer Lapis Lazuli de mí? –miré a Barbatos con ojos serios. Barbatos abrió su boca, pero no dijo nada. Asi que no había otra opción. Solo seguir hablando–. ¿Quería, acaso, que me arrodillara y suplicara? ¿Eso era lo que Lapis quería de mí? Que yo dejara a un lado mi dignidad, como un esclavo. ¿Deshacerme de algo como ahorrar las apariencias y solamente rogar? Eso podría ser. Es bastante posible.
—……………
— Sin embargo, ¿por qué ella ni siquiera me dijo cuáles eran mis fallos? –me agarré la frente–. Esto hace que la gente se vuelva loca. Barbatos. Esto realmente es algo que enloquece a la gente. ¿Sabes por qué Lapis no me dijo nada?
—…me pregunto.
— Había una razón. Lapis quería que yo comprendiese el error por mi cuenta. Que si ella lo dejaba así, entonces yo podría descubrirlo por mí mismo. Lapis tenía esas expectativas sobre mí. ¡Maldita sea!
Thud.
Golpeé el piso.
— Fue ofensivo y más ofensivo. ¿Por qué fue así…? Quizá porque ella estaba tratándome como un idiota. Primero, ella quedó decepcionada de que yo no comprendiese mis errores. Segundo, ella esperaba que yo descubriese lo que había hecho mal. ¿Lo entiendes? ¿Ah? ¿Entiendes lo mierda que es esto?
Me burlé. Pero no fue una burla apropiada.
La burla que salió parecía más como una risita forzada.
— Lapis no solo estaba juzgando a mi yo actual, sino también a mi futuro yo. Lo hizo por su cuenta. ¡Por su propio deseo! ¡Como si ella me hubiese analizado completamente! ¡Como si ella estuviese considerándose estar en una posición mayor a la mía! –apreté mis dientes–. Fue tan ofensivo que podría hasta vomitar. Fue la primera vez en toda mi vida que recibí este tipo de ofensa. La decepción
y expectativa de Lapis se convirtieron en dos muros que me aplastaron hasta más no poder. Lentamente, en mi pecho, una ira… una ira hacia Lapis se va creando.
— Dantalian.
— Ya tomé esa decisión.
Miré la vela. La vela emitía dos colores. La parte superior era amarilla. La parte inferior era azul.
Mientras mostraba esos colores luminosos, la luz ardió y descendió lentamente.
— Conseguiré atraparla una vez. Esperaré hasta la próxima vez que ella se muestre irrespetuosa. Y si Lapis me ignora irracionalmente una vez más –agarré el hilillo de la vela con mis dedos. La llama pronto parpadeó y murió–. Cuando eso suceda… no me quedaré sin hacer nada.
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me encanta esta historia!!!
ResponderEliminarjusto en el corazon si sacan la historia de amor de su padre era facil suponer que era algo como esto :v
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