Una breve historia del Reino Flame…
El quincuagésimo primer rey, el Rey George Flame del Reino Flame, dicho en un sentido, era un monarca mediocre. Durante su reinado, la recaudación de impuestos era ligera y no libraba una guerra contra otros países. Sin embargo, defendía su territorio durante su reinado, y sus súbditos y funcionarios estaban felices.
Pero lo que hacía que el Rey George destacara en la historia del reino flame era su buena fortuna. Se casó con 2 mujeres: la esposa legal Angelica y su concubina Liese Lotte.
Se observaba en diferentes momentos de la historia, en dónde la relación de la esposa legal y la concubina era mala. Ya que involucraba el derecho a heredar el trono junto con la riqueza y gloria que lo acompañaba; y la mujer intentaría lo mejor para ganarse el favor por su hijo. Incluso usarían estrategias engañosas para ayudarlos tanto como puedan. Se dijo que había un reino en el oeste donde el rey dejo el palacio por un mes debido a la guerra fría.
Pero ese no era el caso aquí, Angelica reconocía la presencia de Liese y Liese respetaba a Angelica como la reina, sin oposición. Esto era conocido como la más grande hazaña contemporánea del rey.
Aunque tenían buenas relaciones, la tensión recorría el reino cuando Liese dio a luz a una niña. Todos estaban anticipando una reacción de Angelica porque la niña era después de todo la hija del rey, pronto estuvieron aliviados cuando Angelica dijo, “el niño es tan hermoso, igual que tu Liese…” y acuno al niño en sus brazos como su propio hijo.
Cuando esas palabras salieron, todos estaban aturdidos. Por supuesto, era algo bueno que Angelica amara a la hija de Liese, Erika, como suya.
Por tres años el reino era pacifico, pero la tensión recorría el reino cuando se extendieron noticias de que Angelica estaba embarazada del hijo del rey.
Cuando Angelica dio a luz a una hija, estaba feliz pero su actitud hacia Erika era la misma.
Angelica introdujo a Elisabeth a Erika como su hermana menor y las trataba como sus hijas. Incluso Liese trataba a Elisabeth como suya, y así ambas niñas crecieron recibiendo el amor de ambas madres, pero ellas tenían una lucha mayor, una lucha que confundiría a cualquier espectador.
Angelica dijo, “¡Liese, qué estás diciendo! ¡El siguiente rey está decidido, será Erika!”
“¡No, Angelica sama, esto no es discutible! ¡El siguiente Su Majestad será Liz-sama!”
“¡Qué! Erika es la primogénita del rey, ella debe heredar el trono.”
“¡Angelica-sama, qué está diciendo! ¡Elisabeth es la hija de la esposa legal! Ella debe heredar el trono.”
Este tipo de comportamiento ya no sorprendía a nadie en el reino ya que se acostumbraron al afecto de las dos madres hacia sus dos hijos. George y Lotte habían predicho esta situación en cierta forma; por la frenética persuasión de Liese y Lotte, Angelica de mala gana acepto con la “condicional” sucesión de Liz.
… “Hay dos condiciones. ¡La primera es, debes otorgarle un título y territorio a Erika!”
En ese momento Erika tenía diez años de edad, George le otorgo el título de duque y un territorio frente al océano, un pintoresco lugar llamado “Terra”, también conocido como Paraíso en Tierra por su belleza geográfica.
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“¿Eres Matsushiro Kota?”
Tres días después en una carreta a gran velocidad en la Capital Rarukia del Reino Flame…
“Si.”
“Bienvenido. Mi nombre es Erika, Erika Flame. Siéntete libre de llamarme Erika.”
Cuando Kota salió de la carreta en frente de la mansión más grande en esta ciudad, vio una mujer hermosa vistiendo un vestido azul y hablando con una sonrisa enlucida en su rostro.
“Bien, gracias, Erika-sama.”
“Por favor deja los honoríficos y dime Erika.”
“En el lugar del que vengo, es una costumbre dirigirse a una mujer con honoríficos, así que por favor discúlpeme por rechazar su petición.”
“Bueno Kota, no eres mi subordinado y eres tratado a la par con el mismo estatus que yo, así que llamarme con honoríficos no es necesario, sólo mis subordinados hacen eso,” dijo mientras que sonriendo débilmente estaba una mujer hermosa de veinte años de edad. Con un largo cabello rubio que llegaba a su cintura, el cual complementaba sus ojos azules.
“Por favor tome cuidado de mí,” Kota dijo inclinando su cabeza.
“Bueno Kota, destacas comparado con los ciudadanos del Reino Flame, ¿así que por qué no te presentas como una persona del Imperio Yameto? Allí las personas tienen el mismo cabello negro y ojos negros.”
“Imperio Yameto, huh……”
“Es una nación isla en alguna parte del este. En lugar de expresarse como un ciudadano del continente, decir que eres una persona del Imperio Yameto es conveniente, ¿no?”
“Estoy de acuerdo.”
“Bueno Kota, por favor familiarízate con Terra dado que será tu nueva casa desde ahora, y por favor pregúntame si necesitas algo,” Dijo Erika mientras mantenía su sonrisa.
“… Entonces, ¿puedes leer un libro?”
“Si, si esta será mi nueva casa entonces necesito aprender sus costumbres, e incluso aprender sobre el mundo para no afrontar cualquier problema futuro.”
“Bien, puedes hacer eso. Haré que alguien envié libros a tu habitación, por favor discúlpame.”
Después de decir eso, Erika dio una ligera inclinación y dejo atrás a Kota.
Para cuando Kota volvió a sus sentidos Erika ya se había ido. Corrió hacia la mansión para encontrar a Erika y preguntarle donde estaba su habitación pero en su lugar fue atrapado por los guardias.
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