Novelas ligeras en español

sábado, 11 de febrero de 2017

Kujibiki Tokushou Musou Hāremu ken capitulo 15

Por la tarde, después de terminar mi cuota de caza de vacas de montaña, estaba en una habitación de la mansión, mirando un abanico.

El abanico de la princesa Helen. El abanico que tengo en mi cinturón desde que me lo dieron.

{Qué es eso.}

Escuché decir a la Espada Demonıá ca en mi cabeza.

Era ruidosa al principio, diciendo cosas como: ‘Déjame irme’, pero después de probar suerte en la loterıá , no se que fue lo que pasó pero dejó de decir eso.

[Lo conseguı́ al salvar a alguien.]

{Amor a primera vista, eh.}

[¡Hu!]

Me quedé sin palabras. A lo mejor era verdad.

Desde la primera vez, mis ojos fueron cautivados por su belleza.

Pelo largo dorado, una postura calmada y unos gestos con elegancia. Todo en ella era como una ‘princesa’.

[Me pregunto si estará bien.]

{¿Estás preocupado? Entonces deberıá s reunirte con ella usando la pluma.}

[No se dónde está ahora mismo.]

Para asegurarme, saqué la pluma y me imaginé ‘lugar en el que está la princesa Helen’, pero no ocurrió nada.

El ‘lugar’ debe ser claramente decidido o no funciona.

[Señor.]

Tras un golpe en la puerta, escuché la voz de Miu.

[¿Qué?]

[Perdóneme. Uhm, parece haber una visita para el Señor.]

[¿Un visitante? ¿Qué clase de persona?]

[Uhmmm…… ¿Una princesa? Eso creo.]

[¡Eh!]

Mi corazón latió.

Con princesa, te refieres, no es posible.

Agarré la espada demoníaca y salı́de la habitación. Miu me siguió por detrás con prisa y dijo:

[La he pasado hasta el recibidor.]

Con un paso rápido, llegué hasta el recibidor.

Cuando entré.

[¡Ah……!]

Sin querer dejé escapar una grito.

Ahı,́ no estaba la princesa Helen.

Era su hermana menor, Iris Teresia Mercouri, la princesa Iris.

Sentı́como si hubiera fallado el golpe–– pero.

[Kakeru.]

Cuando vı́ la cara de preocupación de la princesa Iris, ese pensamiento se esfumó.

[Quiero que salves a mi hermana.]

En cuanto me senté en el sofá, la princesa Iris dijo algo como eso.

[¿Por hermana te refieres a la princesa Helen? Qué ha pasado.]

[Mi hermana está en el frente ahora mismo.]

[Sí, si no me equivoco, me dijo que estaba allı́ como consolación o algo parecido.]

Me acordé de cuando salvé a la princesa Helen.

[Eso es, en la guerra de subyugación contra los bárbaros. Como estaba casi apaciguada, los miembros de la familia real debían consolidar y hacer el tratamiento posguerra. La que fue allı́ fue mi hermana pero…]

[¿Pero?]

[El comandante local se ha ido al bando enemigo. Por culpa de eso, la situación se puso patas arriba de repente.]

[Se cambio de bando dices, entonces, ¿¡¡La princesa Helen dónde está?!!]

[El Guardián Real Fortis notó el estado de emergencia en el último momento y dejó que ella escapara. Ahora mismo, junto con un pequeño ejército deben de estar bajo asedio en un fuerte cercano‐‐‐ quiero que vayas allı.́]

[¿Yo?]

[Eso es. Por supuesto, enviaremos refuerzos, pero llevará tiempo organizar eso. Quiero que al menos salves a mi hermana primero.]

‘Al menos a mi hermana’, esas palabras estaban llenas de desesperación. Si leía entre líneas: ‘Incluso si dejas a los soldados morir, quiero que salves a mi hermana al menos.’ Sentı́ la necesidad y la urgencia dentro de Iris.

Era sentimiento muy fuerte, eso seguro. Es por eso que me asaltó la duda.

[¿Estás segura? Que me pidas eso a mí, Has sido traicionada hace poco, ¿Normalmente, no se enviarıá a alguien de confianza?]

[Ese abanico.]

Iris apuntó a mi cadera. Ahı́ estaba, el abanico de la princesa Iris que siempre llevaba conmigo.

[¿Es de mi hermana verdad? La primera vez que conocı́a Kakeru, e incluso ahora, siempre llevas contigo ese abanico en tu cinto como un tesoro. Si es ese Kakeru entonces no pasará nada, pensé.]

[Ya veo.]

Toqué el abanico. Era verdad que este es mi tesoro, pero su dueña‐‐‐‐ la princesa Helen es más importante.

Si alguien me dice de ir a salvarla, por supuesto que iría a salvarla, incluso poniendo mi vida en riesgo.

‘Si ese es el caso’, estaba convencido.

[Además.]

[¿Yup?]

Torcı́ la cabeza y miré a la princesa Iris.

Además‐‐‐‐¿Qué?

Iris me miró a los ojos.

Con su espalda recta y una cara sin dudas.

[Se que si es Kakeru, puedo confiar.]

Fue un ataque por sorpresa, y con esa cara es como hacer trampa. Si me miras con esos ojos, lo único que puedo hacer es seguirte la corriente.

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Estoy montando a caballo.

Después de dejar el pueblo de Roizen, hice correr al caballo todo lo que podıá hasta el siguiente pueblo, Reius, donde estaba el siguiente caballo que Iris me habıá preparado... Cambiando a un nuevo caballo que no estaba cansado y seguı́ hasta el siguiente pueblo, entonces volvı́a cambiar de caballo...

Montando caballo tras caballo a toda velocidad, hasta donde estaba la princesa Helen, el fuerte de la región de Euboi, estoy yendo.

Cambié de caballo en el pueblo más cercano al fuerte y tomé un mapa.

Entonces llegué al fuerte.

Era pequeño, rodeado de una muralla de madera, un simple fuerte.

{Se ve humo, ¿Hemos llegado muy tarde?}

Dijo la espada demonıá ca en mi cabeza.

Concentré mis ojos. Lo que vi con mi visión mejorada fue el fuerte que estaba siendo rodeado y recibiendo un feroz ataque, esa era la escena.

Estaba aliviado.

[Todavıá resisten, hemos llegado justo a tiempo.]

{Eso parece.}

[Te daré buen uso.]

Agarré la espada demoníaca. Antes era un arma peligrosa, pero ahora era algo con lo que podıá contar.

{De acuerdo. A cambio de eso, haré que me concedas un deseo.}

[Si es algo como dejarte que hagas daño a alguien no te escucharé.]

Se lo dejé claro por si acaso.

{¡Fu! Mi poder, úsalo como quieras.}

Del filo de la espada demonıá ca empezó a salir un aura oscura.

Es igual que cuando el cuerpo de Marie fue poseído. Por supuesto, yo no seré poseído.

Pero de alguna manera lo sabía . Que ahora mismo era mucho más fuerte que antes. Su fuerza como espada estaba aumentando.

Con la espada demonía ca agarrada, bajé del caballo y cargué contra el enemigo. Corrı́ hasta la puerta del fuerte en línea recta.

Los soldados que me vieron estaban confundidos, pero los ignoré, corté a aquellos que se pusieron en mi camino y seguı́ adelante.

‘¡Ataque enemigo!’ escuché gritar a alguien, después de eso los soldados llenos de hostilidad me rodearon.

[¡¡Debiluchos!! ¡¡Moveos!!]

Moviendo la espada demoníaca, corté a través de aquellos que se me acercaban. Corté y corté avanzando cada vez más.

Después de cortar a 100 personas, llegué a las puertas del fuerte. A través de la puerta vi una cara conocida.

[¡¡Fortis!!]

[¡¡¡Tu eres‐‐‐‐!!!]

Era el caballero que estaba allı́ cuando salvé a la princesa Helen. Fortis que estaba al otro lado de la puerta, se sorprendió al verme.

Noté que los soldados de detrás se estaban acercando, me quedaba sin tiempo.

[¡¡He sido enviado por la princesa Iris!! Por favor abrid las puertas.]

[¿Su alteza Iris? P‐pero]

Fortis titubeó. Estaba como ‘¿deberıá abrirla realmente?’.

[¡Khu!]

Los enemigos atacaron por detrás, los corté mientras me giraba.

Tenıá que pelear con las puertas a mi espalda.

Era en primer lugar donde los soldados se concentraban. La dificultad para luchar aquı́ no se podıá comparar con la dificultad de pasar a través de la retaguardia enemiga.

A pesar de que cortaba y cortaba, la presión de los soldados que venıá n por oleadas era tremenda.

‘Sólo lucharé hasta que estén exterminados’, en el momento en el que pensaba eso...

[Fortis.]

Escuché una voz familiar. Incluso sin darme la vuelta, sabıá quién era.

Princesa Helen. Con ella hablando sin problemas, estaba aliviado.

Pero Fortis estaba en un apuro.

[¡¡Su alteza!! Es peligroso estar aquí, por favor vuelva atr...]

[Abrid las puertas.]

[Pero...]

[Abridlas.]

[….. Como ordene.]

Después de la conversación, parecıá como si las puertas se estuvieran abriendo.

[Ahora es al oportunidad, más rápido.]

[Lo tengo, ¡¡Ooooooooooohhhhhhh!!]

Sosteniendo la espada demoníaca con las dos manos por encima de mi cabeza, la movı́ hacia abajo y golpeé el suelo.

Con una explosión el suelo tembló y un cráter gigante se formó donde di el golpe.

Los soldados pararon en seco, estaban sorprendidos por el cráter y no podían seguir avanzando.

En ese momento, entré en el fuerte, y las puertas se cerraron.

Ahı́ estaba la princesa Helen.

[Princesa Helen.]

[Kakeru‐sama.]

Durante un rato nos miramos mutuamente.

[He venido a salvarte.]

Dije con todo mi corazón.

Su sonrisa era tan bonita como una flor recién florecida.

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