(Um sorry) capitulo 43

En algún lugar, un tipo estaba temblando.

"Oh hombre… "

Era una voz diminuta que nunca se imaginaria venir de ese tipo. Encorvado sobre una mesa redonda, sus ojos se cerraban con fuerza mientras abrazaba su cabeza, toda dignidad olvidada.

Sí, era el maestro de Will, Zelda.

Un estudiante había sido herido en su cuidado. ¡Pensar que esa bola de cristal anormal estalló y dañó a un estudiante! Justo ahora, Zelda estaba angustiado y enojado por su inutilidad y esa maldita bola de cristal.

"Y para agregar a todo...."

Además, el hecho de que tenía que explotar cuando era el turno del hijo del Duque. Zelda sintió que su ira volvía a hervir. El Zelda de sangre caliente nunca fue perfecto. Joven y ligeramente áspero alrededor de los bordes, había encantado al director con su pasión y entusiasmo y se le dio la oportunidad de llevar a cabo la ceremonia de entrada a la escuela. Y justo cuando tenía la confianza del Director, este incidente ocurrió. Era realmente normal que se enojara.

Zelda depende de este trabajo para su sustento. Por suerte, a Will no parece importarle, pero el problema radica en la Casa Beryl. Contra el famoso "todo­ el país" Gion-­sama, ¿qué puede hacer un simple maestro?

Varios escenarios recorrían su mente mientras dejaba escapar un profundo suspiro. Y fue en ese momento exacto.

*campanas*

Una súbita nota sonó, y en eso, Zelda saltó.

"Uwah... Aquí viene..."

Hizo una mueca como si acabara de tragar un insecto, Zelda se preparó. Luego, caminó hacia una herramienta mágica colgando justo al lado de la pared. La herramienta mágica que acaba de hacer el sonido era algo así como un buscapersonas. Era capaz de recibir hasta 4 letras.

Ah, aunque no era de bolsillo, en este mundo donde la ciencia y la tecnología no existen, tener estas funciones era asombroso. Y, con esta herramienta, 4 palabras crueles para Zelda se reflejaron.

[A mi oficina ahora]

Realmente no quería ir. Sin embargo, eso era de la persona que lo contrató, no había manera de que pudiera desafiar las órdenes de alguien que era la parte superior de la escuela.

Olvidando su enojo y depresión, salió de su habitación.

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"Ah, toma asiento."

A lo que dijo el director, Zelda se sentó en el sofá ridículamente grande lo suficiente como para sentar a 4 personas, tímidamente. Él estaba actualmente en la oficina del director, por supuesto, el "público" uno.

La herramienta mágica, que acababa de llamar a Zelda al infierno, estaba compuesta en realidad de dos partes. El principal y la extensión. La extensión era para recibir mientras que el principal era para la transferencia. Como el principal estaba situado en la oficina del director "público", si algún maestro recibía un mensaje [Venido] de la herramienta de extensión en su habitación, naturalmente se dirigirían a la oficina del director.

"Tengo algo importante que decirte."

Tratando de calmar al gorila tembloroso frente a él, el Director dio su mejor sonrisa. Y, una vez más, sacó té de la nada y lo colocó encima de una mesa de café. Pero Zelda estaba demasiado atrapado en sus propias emociones como para notarlo.

La sonrisa que el director tenía en su cara para calmar a Zelda estaba teniendo un efecto opuesto.

Ante la misteriosa sonrisa, Zelda se sintió aún más temeroso.

"Se trata de Will."

Como si supiera cómo se sentía Zelda, el director trató de ir directamente al grano. En eso, el cuerpo de Zelda se endureció. En primer lugar, no había necesidad de que un maestro tuviera un cuerpo musculoso, pero el propio Zelda a menudo insistió, antes de intentar lo mejor en estudiar o jugar, ¡produjo primero los músculos!

De todas formas.

Ese enorme cuerpo ahora se había enroscado. ¿De dónde había ido esa sangre caliente? Por lo general, esa energía de él había ayudado a la gente.

En este momento, Zelda actualmente se sentía como si baldes de agua helada que se vierte sobre él.

Por supuesto, era una situación en la que "ocurrió" era la más apropiada. Sin decirlo, no fue el positivo "ocurrió...". Mientras incluso su corazón empezaba a sudar, Zelda estaba realmente preocupado.

"De este incidente, el resultado de la Casa Beryl nos culpa. "

Zelda tragó saliva.

"Es cero. "

Zelda quedó atónito ante las palabras que salían de la boca del director.

"... ..¿Eh? ... ¿Eh? ¿C­cero?"

El director rió de la voz masculina de Zelda. Parece ser que el Director había expresado deliberadamente de esa manera sus palabras. Zelda tenía el talento de ser un animador divertido. Pero era duro para el corazón de Zelda.

"... ¿Por qué no nos están culpando?"

"Zelda, ¿sabes algo sobre 'Sobrecarga'?"

El director respondió a la pregunta de Zelda con una pregunta. Debido a la brusquedad, Zelda respondió honestamente mientras tenía dudas en su mente.

"Es cuando el maná es demasiado para la herramienta mágica y.... eso…. Explota"

Parece que Zelda lo había descubierto mientras respondía. No puede ser, sus ojos sostuvieron esa pregunta mientras miraba al Director, quien asintió con la cabeza, con ojos brillantes.

"¿El Director dice que la bola de cristal explotó debido a la 'Sobrecarga'?"

Zelda no lo podía creer.

"Sí"

Zelda parpadeó con sorpresa ante la simple respuesta.

"¡De ninguna manera! Un niño de 10 años sólo tiene la mitad del maná de un adulto, por no mencionar que solo tiene 8... ¿Cómo podría ser posible?"

El director rió, divertido, viendo que el sentido común de Zelda se desmoronaba.

"Puede que no lo creas, pero hay un precedente."

Con esas palabras, Zelda se detuvo. Así es, el Director nunca diría nada sin base. Pensando en cómo se comportó hasta ahora, se puso rojo de vergüenza. Un adulto por lo general no mostraría sus emociones hasta este punto, pero Zelda era una persona extremadamente franca. El director estaba
teniendo una ráfaga de las variadas expresiones de Zelda.

"El estudiante que hizo lo mismo fue Gion Beryl."

Dijo el director con alegría. Y en este día, Zelda aprendió que uno no puede colocar la Casa Beryl en el mismo nivel que otros.

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"Voy a contar con usted. "

"Sí, ¡perdón por ahora! "

Enviada por el sonriente Director, Zelda se alejó de la oficina.

Suspiro

Una vez que salió de la oficina, Zelda dejó escapar un profundo suspiro, toda la energía desapareció de sus hombros. Había estado nervioso todo el tiempo. Un tipo como Zelda siempre se había sentido incómodo en la grandiosa oficina, además de la presión del incidente de Will. Era imposible no estar nervioso.

Y luego, el Director.

Sin decirlo, había presión de que él fuera su jefe, pero a Zelda, no, casi todo el mundo, ese no era el punto principal.

El enorme poder mágico que exauda del director.

Ni siquiera lo esconde y deja que todo saliera, cualquiera que estuviera delante de él sería presionado.

Probablemente sería lo mismo con Gion, pero siendo un ex aventurero, tenía la técnica para ocultarlo.

No hacer eso atraería monstruos hacia él.

Por el contrario, no había necesidad de que el Director practicara escondiéndolo, sino que lo usaba como su arma. Por eso, el corazón de Zelda casi cedió allí. Era como carne delante de un león. Una vaca todavía sería capaz de correr, pero para un trozo de carne, eso sería imposible.

Por cierto, incluso si Will tenía el maná más alto que los dos, debido a que él tenía sus recuerdos previos, él lo había ocultado subconscientemente.

Pero eso no era todo el estrés de Zelda. Al final, el Director dijo otra cosa.

"Oh, en cuanto a la lesión de Will, eso era mágia así que no te preocupes por eso."

A pesar de que fue una magia utilizada sólo porque Will quería alejarse de esa escena, fue un gran impacto para Zelda. Era como si el mundo entero se hubiera vuelto negro y estuviera en la entrada del infierno. Pensar que la causa de toda esa preocupación era un hechizo mágico. Nadie culparía a Zelda por querer replicar al director por no decirle eso al principio.

Pero gracias a esa conmoción, fue una suerte para Will que se había olvidado preguntar que magia había usado Will. Con sólo 1HP, Zelda caminó por el pasillo a pasos de la mitad de largo de como solia hacerlo.

Hoy, el Director le pidió que no revelara a nadie sobre la cantidad de maná de Will, así como realizar el examen de maná especial al día siguiente. Al final, Zelda seguía siendo Zelda. Pensando en todos los problemas futuros que su estudiante podría pasar, él estuvo de acuerdo. Ya teniendo la determinación, uno nunca puede subestimar la sangre caliente de Zelda-­sensei.

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