Novelas ligeras en español

lunes, 21 de agosto de 2017

Lazy Dungeon Master capitulo 147

Treinta DP al día o treinta monedas de cobre. Ese era el salario para los empleados del [Pabellon de la Muñeca de Baile]. Además, las comidas y el hospedaje son gratis. En otras palabras, el salario era libre para que lo usaran en lo que sea que quisieran.

Considerando que eran cincuenta de cobre por noche sin incluir comida y estas eran igual o un poco mejor que el estándar del [Pabellón de la Muñeca de Baile], era un muy buen trabajo.

—¡Muuuuy bien, hoy definitivamente ganaré y comeré una montaña de pan de curry!

Ichika se animó a si misma y se dirigió al bar. Sostenía su salario del día en su mano, treinta monedas de cobre. Para alguien que gastaba todo su dinero cada noche como Ichika, era todo lo que poseía.

Su objetivo eran las tragaperras.

—¡Heeey! ¿¡Está mi adorada tragamonedas-chan listo~!?

—Ohhh, Ichika-san. Bienvenida, tu lugar habitual está preparado.

—¡Gracias! ¡Entonceh, hoy ganaré…!

Recibida por Wozuma, el dueño del bar, se dirigió a la segunda tragamonedas desde el fondo de las seis que habían. Las tres del fondo eran de las que aceptaban de uno a tres cobres por ronda y —dependiendo la cantidad que uno ponga— incrementaría el número de líneas para acertar, comenzando con la [Línea del centro] y después [Dos líneas adicionales, de arriba y abajo] seguidas de las [Dos columnas adicionales de los lados].

El segundo asiento desde el fondo estaba completamente reservado para el uso de Ichika, así que Wozuma tranquilamente se aseguraba de mantenerlo libre y disponible para su uso al acercarse el final del turno de Ichika.

Ka-chink. Ka-chink. Ka-chink.

Poniéndole tres cobres, jaló la palanca. El tambor giró con un sonido como de máquina y.…

—¡Puedo hacerlo…! ¡Haaaaaaah!

¡Bang!

¡PoW!

¡Boom!

Apretando los botones con toda su fuerza, las imágenes se detuvieron para mostrar que… perdió.

 —¡Kuh! Nueve intentos más… ¡Haaaaaaah!

 Le puso más dinero y jaló la palanca una vez más.

… Volvió a perder.

Incluso así, Ichika no se rindió. Le quedaba lo suficiente de su salario para ocho intentos más.

—Fiu… ¡Pero no me verás huir! ¡Adelanteee!

—Oh, Ichika, ¿eh? Sigues con eso, ¿eh?

—¿Mu? ¡Qué pasa Gozoh? ¡Hablandome pa romper mi concentración?

—¡Gahaha! Si claro, ¿por qué no? Así que, ¿qué tal hoy, has ganado?

—¿Nn? Nah… ¡Yo puedo, lo sé!

Mientras decía eso, Ichika volvió a perder.

—Nada bueno, ¿eh?

—¡Tonto, observa bien! ¿¡Ves eso!? El de la derecha se deslizó un poco hacia abajo, ¿ves? ¡Esa es una señal de que la siguiente vez será un premio!

—¿En serio? Mejor dicho, ¿hay algo como eso?

—¡Bien, vamooos… ya!

Y entonces Ichika volvió a perder.

La mirada de Gozoh la estaba atravesando. Sin embargo, Ichika sonrió.

—… Fufu, no seas tan apresurado, Gozoh. Este e’ el flujo de un jackpot.

—¿Jackpot?

—Cuando no da premio después de deslizarse, el patrón e’ que después de cinco veces… ¡Nueve de cada diez será un jackpot!

—Heeh, apresúrate y gírala.

—¡Hmm, bien, observa de cerca!

Ka-chink, bling, bling, bling.

Ka-chink, bling, bling, bling.

Ka-chink, bling, bling, bling.

Perdió otras tres veces.

—Dos más, ¿eh?

—N-no e’ algo para impacientarse, ¿sabes?

Ka-chink, bling, bling, bling… otra derrota.

—¡G-gunununu…!

—Muy bien, si en la siguiente ganas, te compraré algo de karaage.

—¿¡Qué dijiste!? ¡Solo observa! ¡Hagamosloooo!

Ka-chink… bling, bling…

—¡O-oooh! ¡Mira, mira! ¡Hay dos [7] alineados al centro!

—Oh, ¿está funcionando? Este es el último, ¿no?

—¡Dámelo…! ¡Dámelo…! ¡Ahora!

Bling.

Un [7] apareció, se movió a la posición y… perdió.

—¿¡Guaaaah!? ¡Nooooo!

—¡Ga ha ha ha! Lo sabía.

—Gunununu, demonios…

Ka-chink, bling, bling, bling… Ichika presionó los botones como si hubiera perdido toda su motivación.

… Un conjunto de cerezas se alineó. ¡Kaching! Las campanas de la tragamonedas sonaron, significando que ganó.

—¡Oooh, Gozoh, gané! ¡Karaage!

—Ganaste nueve, ¿eh? Genial. Si hubiera sido un intento antes habrías ganado. Te daré solo uno.

—Oooh, gracias~

Ganó nueve ya que estaba activado el multiplicador x3. Ganar algo era mejor que no ganar nada. Aparecía alrededor de dos por cada diez veces.

Gozoh llevó un solo karaage que Ichika encajó con un mondadientes y se lo llevó a la boca mientas seguía pegada a la máquina tragaperras.

Ñom, Ñom. Omñom.

Mientras saboreaba el karaage completamente, Ichika giró la tragamonedas una vez más.

… Al final, terminó gastando todo lo que poseía en las máquinas tragaperras hoy también.

—¡Kuuh, hoy tampoco fue un buen día! Regresemos~… haaah…

—¡Aye, diste lo mejor de tí!

Deprimida, Ichika dejó el bar.

… Inmediatamente después de eso, en la segunda máquina tragaperras desde el fondo —en la que se había sentado Ichika— había una discusión.

—Hey, apártate. ¡Me estorbas!

—¡Ni loco, tú ganaste ayer, hoy es mi turno!

—¡Hey, hey, he esperado suficiente, largo! ¡Hoy ganaré yo!

Después de que Ichika la usa, tendrá el cincuenta por ciento de probabilidad de ganar.

Ese rumor de alguna forma se extendió entre los clientes regulares.

—Aah, lo están haciendo genial, ¿no?

—¿Nn? Roppu, ¿vas a intentarlo?

Gozoh llegó a la mesa donde su compañera Roppu estaba sentada, tomándose un trago de alcohol.

—No digas esas tonterías, Gozoh. Yo no creo en ese rumor.

—¿Heeh? ¿Por qué no?

—Porque el origen de ese rumor… vino de Kehma-san, ¿no? El primero en ir después de Ichika sería el primero en ganar. ¿Cómo era?

—La persona que vaya después de Ichika obtendrá sus ganancias, creo. Bueno, es ese tipo de sensación al menos.

Después de eso, los rápidos rumores de [Ganancias Fáciles], [Grandes Jackpots], [Alguien De Verdad Ganó], [¡Gané!] y el recientemente establecido [50% Probabilidades de Ganar].

En verdad, el asiento de Ichika era tan popular que se mantenía girando hasta que ganaba.

Si se mantenía girando, a la larga alguien iba a ganar. Mientras más se giraba, más seguido habría un ganador, así que realmente era un asiento que ganaba mucho.

… También había muchas pérdidas, pero la raza de personas conocida como apostadores no prestaba atención a algo tan inconveniente como eso.

Debido a eso, junto con el rumor, esa máquina tragamonedas era particularmente popular.

—… Bueno, estos tipos apuestan mucho, después de todo.

—Me pregunto si será por qué son aventureros.

Gozoh encogió los hombros como diciendo que ambos son muy similares.

—¡Boooyah! ¡Gané!

—¡Rápido y cambia de lugar conmigo!

—¡Kukuku, ahora no hay forma de que te dé este lugar!

Y así, esa fue otra noche bulliciosa dentro del bar.

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