Novelas ligeras en español

lunes, 27 de julio de 2020

Awakening capitulo 167

Mirando a los monstruos constantemente babeando y observando hacia él, la mente de Lei Yin estaba tranquilo como agua inmóvil. Pero en lo profundo de esta calma, había una sensación inexplicable de excitación, como una corriente torcida y constante que fluía hacia abajo, bajo la superficie semejante al de un espejo, sin causar ninguna ondulación.

En los miles de años de renacimiento, observó cómo sus amigos y familiares crecían y luego morían. El dolor de tales pérdidas no puede simplemente resumirse. Con el fin de disipar el aburrimiento de su impotente soledad, practicar arte marcial se convirtió en su único sustento espiritual.

Pero después de que comprendió el camino de la Espada en aquel entonces, incluso antes de ser golpeado por un rayo, y convertirse en un cuerpo espiritual, ha sido muy difícil encontrar un oponente digno. Por otra parte, con el paso de los tiempos, el uso excesivo de armas de fuego hizo que las artes marciales declinaran constantemente día a día. Encontrar un oponente fuerte y poderoso era un asunto raro y casi imposible.

Aunque ha estado acostumbrado a ser mucho mejor que su oponente, en el fondo, todavía esperaba encontrar un oponente digno. Por lo tanto, cuando se reunió por primera vez con Jiro Yamahara, quien era un Esper, esperaba ser capaz de competir con él.

A menudo decía que Rei Li era una persona militante, pero estaba claro que él era el verdadero loco militante. Pero sólo si los oponentes tienen la capacidad de luchar con él.

Aunque las cinco bestias experimentales no estaban acostumbradas a la luz de la habitación, su fuerte sensación de hambre les hizo olvidar todo. En sus ojos, el hombre delante de ellos era sólo un trozo de carne.

El primero que se apresuró hacia él fue el que tenía el largo cabello castaño rojizo, el más grande entre los cuerpos experimentales. Había un trazo claro de saliva en el lugar donde previamente estaba de pie.

Otros dos cuerpos experimentales con la misma variedad que él inmediatamente lo siguieron por detrás. Y, por último, los dos cuerpos experimentales parecidos a lobos con cabellos rojizos siguieron su ejemplo.

Estos cinco cuerpos experimentales eran como un grupo de animales salvajes que competían por comida. Pero a diferencia de los animales salvajes, en realidad mantenían cierta distancia unos con otros, no luchando entre ellos como animales comunes.

Escondida en la entrada del canal, Eiko Kotoshi pronto comenzó a lamentar no haber arrastrado de inmediato a este tipo sin cerebro. A pesar de que no le gustaba su actitud arrogante, en cualquier caso, él realmente le ha dado mucha ayuda, e incluso la salvó una vez.

(Considero esto como mi devolución a él.)

Cuando los cinco monstruos comenzaron a correr hacia Lei Yin, la inspectora apretó sus dientes y salió corriendo del canal sosteniendo la ametralladora.

Aunque la distancia entre Eiko Kotoshi y Lei Yin estaba más cerca, la velocidad de los cinco cuerpos experimentales fue mucho más rápida. Cuando estaba a unos 50 metros de Lei Yin, ellos se habían precipitado al frente de Lei Yin.

(Tal vez pueda hacer algo personal para él antes de que se muera.)

Al mismo tiempo, vio al hombre, quien se había quedado inmóvil todo el tiempo, moverse repentinamente.

Debido a que su espalda estaba frente a ella, ella no vio lo que hizo, sólo vio que sus manos parecieron moverse un poco. Entonces, vio al monstruo de color rojo-marrón, quien ahora estaba a dos metros de él, repentinamente caerse al suelo.

No todo su cuerpo cayó al suelo de inmediato, sólo su cuerpo superior, de la cintura para arriba. Su cuerpo inferior, después de correr dos pasos más, siguió hacia abajo. Esta extraña escena ocurrió porque el monstruo fue cortado mientras corría.

Desde que la parte superior del cuerpo del monstruo cayó al suelo hasta que su cuerpo inferior tocó completamente el suelo, sólo tomó un segundo. En ese período, Eiko Kotoshi no sabía qué pasó exactamente.

Pero la siguiente escena le prohibió pensar en ello porque los otros cuatro monstruos también se habían precipitado al frente de ese hombre.

En este momento, el hombre hizo un casual pero muy rápida evasión a un lado, evitando un contacto directo con esos cuatro monstruos.

Y entonces, finalmente vio la acción del hombre. Pero como antes, sólo vio el movimiento de sus manos.

Sus manos se movieron solo un poco, pero ella sabía lo que él había hecho. Había cortado el monstruo más cercano con su espada.

Ella sabía esto no porque vio el movimiento de la espada, sino porque vio que la luz de la espada destelló un poco.

No tenía manera para describir esta espada, creía que nadie podía describir este sable. Sólo sintió que el espacio y el tiempo alrededor del hombre parecían haber sido cortados por el sable.

Este sentimiento era muy absurdo. Como cuando uno se despertaba, sólo por ver la misma escena en su sueño. Pero entonces, en su corazón, supo que sólo esta ridícula idea podía describir la escena que acababa de ver.

Entonces, vio la escena muy similar aparecer ante ella. El cuerpo del monstruo más cercano fue cortado en dos, desde la cintura hacia arriba y el otro desde la cintura hacia abajo. Y debido al efecto del impulso, la parte inferior del cuerpo también avanzó un paso antes de derramar un charco de sangre.

La mente de Eiko Kotoshi estaba completamente en shock por el poder aterrador de la espada.

Cuando ella estaba en la universidad, fue una vez un miembro del club de Kendo, además, ella era tercer-dan. Pero fue incapaz de creer la escena que acababa de suceder delante de ella, esto era completamente más allá del sentido común aceptable.

Incluso una bestia sedienta de sangre tenía una inteligencia considerable, mucho menos aquellos cuerpos experimentales, quienes no eran simples bestias. Al menos, no hace mucho tiempo, eran solo humanos comunes, aunque ahora estaban carentes de humanidad.

Después de ver a los dos de sus clases similares colapsar inexplicablemente, los ojos de los tres cuerpos experimentales restantes mostraron cierto miedo, y cada uno de ellos inmediatamente dio un paso atrás y firmemente miraron hacia él.

Lei Yin calmadamente los observó, y luego dijo en Chino fluido:

"Si tienen conciencia humana, no quieren verse volverse así, ¿verdad? Déjenme ayudarlos a salir de esta miseria."

Tan pronto como dijo las últimas palabras, Lei Yin repentinamente avanzó con rapidez no menos inferior a esos cuerpos experimentales hacia el monstruo de aspecto de lobo de pie en el extremo derecho.

Frente a este repentino ataque, el cuerpo experimental instintivamente extendió sus dos patas para agarrar al hombre. Al mismo tiempo, los otros dos cuerpos experimentales lanzaron repentinamente un violento ataque hacia la espalda expuesta de Lei Yin.

Este comportamiento de aprovechar una oportunidad fue definitivamente un movimiento que ninguna bestia debería tener. Demostraba que estos cuerpos experimentales todavía tenían cierta inteligencia humana.

Al ver a Lei Yin rodeado por los tres monstruos, el corazón de Eiko Kotoshi se tensó. Al mismo tiempo, vio esa increíble escena de nuevo.

Vio que antes de que las manos de los monstruos lo agarraran, el hombre repentinamente se agachó a la mitad y luego cortó horizontalmente con su espada.

Al igual que ver un espectáculo de magia, vio una luz blanca que parecía como una ilusión pasar a través de ese cuerpo de monstruo lobo sin ninguna resistencia. Y luego, de la misma manera, pasó rápidamente a través del segundo cuerpo experimental. Finalmente, la larga espada se detuvo silenciosamente en el lugar a medio metro de distancia del tercer cuerpo experimental.

La débil luz blanca no desapareció debido a que la cuchilla se detuvo. Era todavía como una línea brillante mientras se unía con el tercer cuerpo experimental.

Ese sentimiento de corte de espacio y tiempo con la espada sacudió la mente de la observadora de nuevo.

*Pop, pop.* Se escucharon dos sonidos consecutivos. Eran los sonidos de las dos mitades de cuerpos de los monstruos, quienes estaban atacaban los flancos de Lei Yin, cuando tocaron el suelo como muñecas.

Mientras tanto, el último monstruo parecido a un lobo, quien proyectaba sus garras hacia adelante pareció no tener cambio. Pero cuando él rugió, deseando continuar saltando hacia el hombre, su cuerpo al final no pudo soportar el giro severo y se separó en dos.

Aunque los cinco monstruos habían sido cortados, su estructura corporal extrema no les permitió morir de inmediato. En cambio, aullaban en el suelo con dolor extremo. El salón entero estaba lleno de estos extraños sonidos estremecedores de cueros cabelludos. Con el fin de no dejarlos seguir sufriendo, Lei Yin tuvo que apuñalarlos en el corazón uno por uno.

Inicialmente, no quería cortarlos en dos en la cintura, lo cual los haría sufrir por no morir al instante. Pero debido a la mutación genética que fue causada por los experimentos, cada una de sus alturas era de más de dos metros, y también mucho más grande que el monstruo parecido a un lobo que conoció previamente. Por lo tanto, el corte en la cintura era mucho más fácil que tratar de cortar sus cuellos.

Después de poner la espada de nuevo en la vaina de su espalda, Lei Yin suavemente suspiró. Aunque ganó esta pelea, su corazón no tenía el más ligero pedacito de alivio.

Si esto fuera una lucha mano a mano, casi cada uno de ellos podrían ser un partido para él. Pero cuando él tiene una espada en su mano, entonces sólo puede ser una masacre unilateral. Por otra parte, acaba de matar oponentes que ya han perdido su conciencia, lo cual lo hizo muy incómodo.

"Vamos, el tiempo se está acabando."

Lei Yin se volteó hacia Eiko Kotoshi y dijo.

En el túnel, Eiko Kotoshi siguió detrás de Lei Yin mientras miraba su espalda con una mirada compleja.

Hasta ahora, no se había podido recuperar del shock anterior. Fue realmente difícil para ella imaginar que en realidad había realmente un arte marcial tan aterrador en este mundo.

Después de correr unos diez minutos, los dos finalmente llegaron al final del túnel.

Era una pesada puerta de hierro, pero Lei Yin no abrió de inmediato la puerta. En su lugar, primero golpeó la puerta cinco veces usando la culata de la pistola. Luego, caminó hacia el teclado justo al lado de la puerta de hierro y presionó varios números. Cuando terminó, oyeron un sonido de “klak”, y  luego del lado de la puerta vino el sonido de metal contra el metal.

Lei Yin ligeramente empujó la puerta abierta. Detrás de la puerta de hierro había un espacio muy estrecho.

"La salida está por encima de la escalera. No hay luz aquí, así que tienes que tener cuidado."

Con eso, cerró la puerta de hierro, y luego lentamente subió por la escalera.

Después de que la mujer policía salió de la escalera, descubrió que estaba rodeada por un prado exuberante, y la zona cercana estaba cubierta de árboles de caoba. Cuando volvió a mirar hacia atrás a la escalera de donde salió, resultó ser una entrada de alcantarilla.

"¿Dónde es este lugar?"

Le preguntó al cercano Lei Yin.

"Este es un campo de golf a dos kilómetros de la mansión de Shintaro Ikeyama."

La inspectora sólo ahora comprendió realmente cuán grande era la escala del sótano en comparación con lo que ella imaginaba.

Como si supiera lo que ella estaba pensando, Lei Yin dijo:

"En realidad, la parte principal del sótano no era tan grande. Es solo que, cuando construyeron inicialmente el sótano, construyeron deliberadamente tal largo túnel para facilitar su escape."

Recordando lo bien que él entendía acerca del sótano, la inspectora lo miró fijamente de nuevo:

"¿Quién eres exactamente?"

"No voy a decírtelo. Todo lo que necesitas saber es que no estoy con ellos."

En este momento, Lei Yin repentinamente aplaudió sus manos.

Mientras la inspecta todavía estaba algo confundida, tres hombres encapuchados de negro, fuertemente armados, similarmente vestidos de negro, repentinamente salieron de entre los árboles.

Al ver la aparición repentina de los tres hombres, la inspectora sacó instintivamente su pistola.

"Ellos vinieron a recogernos. ¿Cómo está ese ‘hombre’?"

Lei Yin dijo la última frase a los tres hombres.

"Él ha sido golpeado por nosotros y ahora está puesto en el coche."

Uno de los hombres respondió.

"Muy bien, nos vamos ahora."

Los tres hombres inmediatamente lo llevaron a caminar fuera. Eiko Kotoshi vaciló, pero al final guardó su arma y los siguió.

Las cinco personas llegaron a la carretera exterior. La inspectora vio que había dos coches estacionados allí.

En el primer coche, se sorprendió al ver que el hombre de mediana edad llamado Eguchi estaba atado y acostado en el asiento trasero. Junto a él también estaba sentado un hombre de negro cubierto su cabeza con una tela negra.

"Entra en el coche, todavía tenemos algunas cosas restantes que hacer."

Lei Yin abrió la puerta trasera de otro coche, miró a Eiko Kotoshi, y le dijo eso. Después de echarle un vistazo a él, caminó lentamente y entró al coche.

Los dos coches se detuvieron en un lugar ligeramente escondido cerca de la mansión de Shintaro Ikeyama.

En realidad, incluso si se detuvieron justo en frente de la entrada principal, nadie se daría cuenta. Ya que, en este momento, la mansión estaba incluso más animada que cuando hubo una fiesta hace sólo unas horas.

Carros de bomberos, ambulancias, vehículos de la policía, así como variedades de coches estaban estacionados afuera. En todas partes uno podía ver a personas corriendo constantemente de un lado a otro.

Aunque no hubo ningún incendio grave, en la parte superior de la mansión de cinco pisos del alcalde de Tokio, hubo dos explosiones excepcionalmente deslumbrantes.

¿Alguien en realidad se atrevió a bombardear la mansión del alcalde de Tokio?.

Actualmente, además de los bomberos que constantemente limpiaban la escena, aquellos periodistas, así como curiosos transeúntes, venían constantemente como langostas. A pesar de que la noche ya era muy tarde, con el fin de obtener información de primera mano, estos reporteros hicieron una cobertura en vivo.

Este caso esta poniéndose cada vez más grande, incluso el recién nombrado jefe de policía, así como muchos Congresistas también vinieron a la escena. Cuando acababan de llegar, estuvieron inmediatamente rodeados de reporteros con sus micrófonos.

"Sr. Director, ¿es esto causado por un terrorista?"

"Sr. Hiroshiyama, ¿quiere hacer una declaración?"

"Lo siento, acabo de llegar aquí, y no estoy muy seguro de lo específico, por favor, déjenme ir."

"¿Han encontrado al Sr. Ikeyama? ¿Murió en las explosiones?"

"Lo siento, por favor, déjenme pasar."

Ignorando la escena parecida a una guerra en el exterior, después de bajar los tapones para los oídos, Eiko Kotoshi le preguntó al cercano Lei Yin:

"¿El mismo Shintaro Ikeyama grabó personalmente esta cinta?"

"¿No has escuchado su voz?"

"¿Cómo puede ser él tan honesto y decirlo todo?"

"No tienes que preocuparte por esto, en resumen, puedo garantizarte que esta cinta es real."

"Entonces, ¿qué quieres que haga?"

La inspectora sabía que debía haber otros propósitos para qué él la trajera aquí.

"Es muy simple, hacer las cosas que un oficial de policía debe hacer, exponer esta cosa abiertamente. Ahora es la mejor oportunidad ya que esas cosas están todavía en el sótano, además, también tienes la grabación de voz de Shintaro Ikeyama. Siempre y cuando tú conduzcas la búsqueda con tus subordinados, así como esos reporteros, la verdad saldrá. Es por eso que no te dejé matar a Shintaro Ikeyama. Tienes que empezar ahora, de lo contrario, esas cosas serán transferidas una vez más. En ese momento, incluso si quieres vengarte, no tendrás la oportunidad de hacerlo."

"¿Quieres decir que quieres que yo exponga esas cosas frente de estos muchos reporteros?"

"Correcto, si no soplas estas cosas, cualquier alto funcionario aquí puede detenerte a que lo expongas. Además, esto también asegurará la seguridad tuya y de tu familia. Debes saber, que todos los nombres oficiales que se enumeran en esta cinta, todos ellos son figuras increíbles. Si les dices que tienes esta cosa, ciertamente te matarán para cerrar tu boca, por lo tanto, esta es tu única oportunidad."

Después de bajar su cabeza para pensar por un largo tiempo, Eiko al final abrió la puerta del coche.

Observándola alejarse más y más, Lei Yin sonrió.

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