Tokio, Japón, en la esquina de una escuela secundaria.
“Por favor. Paren… Por favor.” El adolescente cubrió su cabeza con sus brazos.
“Ayer te dije que me traigas el dinero. Como te atreves a desobedecer mis órdenes. Vete al infierno”
El chico más alto del grupo le dio una patada a su estómago.
El chico instantáneamente vomito mientras lloraba de dolor.
“Que persona desagradable”.
Un chico con un arete en su oído izquierdo le escupió y se hizo a un lado. Mientras que otro chico con una camisa roja seguía golpeándolo.
“¿Él está en eso de nuevo? ¿Esta excitado?”
“Eso parece”.
“Eso es suficiente Nobita. O ¿Quieres regresar al centro de detención juvenil de nuevo?
El chico de camisa roja vaciló y luego se detuvo.
“Recuerda, si no me entregas el dinero mañana, jugare un juego más agradable contigo.”
“Él está desmayándose a muerte otra vez. Vámonos a la sala de videojuegos.”
“Yo no puedo ir. Todavía tengo clases.”
“Deja de actuar como un buen estudiante. ¿Tu estas interesado en la nueva maestra verdad? Aunque ella tiene unas estupendas curvas y una cara bonita, deberíamos tener una oportunidad para jugar con ella algún día.”
“No hay problema”
Los tres chicos se marcharon mientras hablaban.
La esquina volvió de nuevo a la normalidad, como si nada había pasado. Excepto por el chico tirado en el suelo.
Después de un tiempo, el lentamente se levantó. Sacó un pañuelo y limpió la mierda de su cara y camisa. Luego recogió su mochila y camino lentamente a su clase.
El mantuvo su cabeza abajo cuando entró al salón para esconder sus heridas.
Tan pronto como él se sentó, alguien tocó su hombre desde detrás. Fue Mizato Kazuo
“¿El grupo de Yamamoto te golpeó de nuevo?”
“No, accidentalmente me caí.”
“Deja de mentir. Puedo saberlo solo con mirar tu cara. Afortunadamente pagué mi dinero de protección hace unos días, de lo contrario estaría en el mismo bote ahora mismo.”
“¿Conoces a Awata Rumiko de la clase 3?” Mizato repentinamente se acercó a él y dijo en voz baja.
“¿La chica más bonita de la clase 3?”
“Exacto. Yo creo que ella es una perra. La vi ayer en la calle agarrada de la mano con un chico. ¿Y sabes lo que paso?”
Masashi estaba algo curioso.
“Los seguí por detrás y vi que ellos entraron a un hotel de amor. ¿Sorprendente verdad? Esa perra normalmente se mantiene al margen, nadie hubiera imaginado que ella es una puta. Yo quiero hacerlo locamente con ella”.
Masashi estaba sorprendido, pero todo lo que él podía pensar era como conseguir el dinero para mañana. Eso mató cualquier estado de ánimo que tenia
Masashi sintió celos al mirar a Mizato. La familia de Mizato era rica por lo tanto él estaba bien pagando la cuota de protección. En cuanto a Masashi, el solo obtenía un poquito de dinero cada mes. Incluso ahorrar para un nuevo juego le tomaría un largo tiempo. Pensando en eso, él no podía dejar de culpar el divorcio de sus padres.
(Si solo esa fea hermana muriese, entonces yo podría doblar mi asignación mensual) Ese pensamiento le dio miedo por lo que sacudió su cabeza con fuerza para disiparlo rápidamente.
“¿Qué estás haciendo?”
“Uh…Nada, solamente tengo un poco de dolor de cabeza.”
La campana de la escuela sonó. Los estudiantes sacaron sus libros de textos y el salón se tranquilizó.
“Buenos días, estudiantes” La profesora sonrió.
“Buenos días, Miss Naoko.”
Las mujeres hermosas tienen sus ventajas. A pesar de que ella solo había estada aquí por poco tiempo, sus clases eran las más populares.
(¿Esta es la mujer que Yamamoto quería tirarse?) El recordó su conversación.
(¿Cómo se vería ella desnuda?) Masashi se excitó mientras miraba su cuerpo maduro.
(Pero esta es la mujer que Yamamoto quiere. Yo no tendría ninguna oportunidad).
“Masashi-kun, ¿Hay algo malo? ¿No te sientes bien?”
“Yo…” Masashi se levantó en pánico cuando ella repentinamente dijo su nombre.
La Miss Naoko notó que algo estaba anormal con él desde antes de que iniciaran las clases. El mantuvo la cabeza abajo y parecía fuera de espíritu.
“Tu cara está herida. ¿Qué ocurrió?
“Yo…. Yo accidentalmente me caí”.
“Ten más cuidadoso la próxima vez… ¿Quieres ir a la enfermería?”.
“No…No lo necesito”.
“¿En serio?”
“En serio. Gracias Profe”
Esa última línea fue sincera, nadie se preocupó por el excepto su madre. Él lamentó los pensamientos asquerosos que recién acababa de tener sobre la Profa Naoko.
El tiempo voló y ya era medio día. Los estudiantes sacaron sus bentos.
Masashi espero durante bastante tiempo hasta que el ratón de biblioteca de su hermana llamó su nombre en la puerta.
“Tu estas finalmente aquí. ¿sabes cuánto tiempo te he estado esperando?”
Masashi se acercó mientras suprimía su ira por el hambre.
“Tú tienes que esperar”
Hirota Kaumi dijo con un tono indiferente.
“Tu…”
Él agarró el bento molestamente de la mano de ella y camino de vuelta a su lugar.
“Parece que tu hermana necesita un poco de disciplina. ¿Quieres darme una oportunidad para intentarlo?”
Mizato dijo con un tono extraño.
Masashi conocía su comportamiento para saber a qué se refería.
“No gracias”
Él respondió con un mismo tono indiferente como su hermana.
(Aunque no me gusta esa chica fea, ella sigue siendo mi hermana).
“Eso es una lástima”
Su cabeza fue un caos durante el resto de las clases. Él no podía pensar en algún lugar para obtener dinero.
(Parece que tengo que usar mi último truco).
Y así, con el fin de evitar el bullying, Masashi tomó una semana de suspensión por enfermedad. En cuanto a que ocurriría la próxima semana, solo el tiempo lo diría.
Aunque el intentó no pensar en la escuela. El fin de semana se fue acercando, mañana era el último día, ya no tenía ningún estado de ánimo y tiró a la basura el controlador.
Él se estaba poniendo más irritado cuanto más pensaba en ello por lo que salió de su casa para relajarse.
El no supo dónde ir mientras caminaba sin pensar en las calles. Al final, él fue a la sala de videojuegos que el frecuentaba.
Masashi jugó desde el mediodía hasta la noche en la sala de videojuegos, como para dormirse ahí mismo.
En el camino de vuelta a casa, el vio a una vieja subiendo la colina con un bastón.
Repentinamente, una idea vino a su mente.
Su corazón estaba latiendo cada vez más rápido mientras miraba a esa solitaria anciana en una calle poca iluminada.
(Una vez que yo tenga éxito, tendré el dinero para pagar la cuota de protección y quizá algo extra para construir el más reciente modelo Gundam)
Se lamió los labios y su impulso creció.
Después de una ronda de lucha interna, su deseo lo superó y corrió hacia la anciana.
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