Katsutoshi vomitó dos veces de regreso al hotel. Masashi lo habría tirado en las calles si no fuera su padre.
Katsutoshi volvió a sus sentidos poco después de que Masashi le puso una toalla caliente en su cara.
“¿Quién eres…….? Parece que te he visto antes.”
Masashi rió con frialdad. Tal buen padre ni siquiera podía reconocer a su hijo.
“¿Lo olvidaste? Te compré una copa en el bar.”
“Oh, es asi. Gracias. Eres una buena persona.”
“Parece que hay algo que te preocupa. ¿Quieres hablar con alguien?”
“¿Cómo…………..puedo………tener algún problema?…… Estoy tan feliz….. Jajaja………”
Katsutoshi rió.
“Así que realmente hay algo que te preocupa. Puedes tratar y decirlo. Te hará sentir mejor.”
“¿De…..verdad?”
“Si, por supuesto que si. Porque lo he hecho. Solo dilo y te sentirás mejor.”
Masashi ralentizó su tono.
“Pero…….pero no puedo……decirlo.”
Katsutashi estaba luchando.
“¿Por qué no? Solo dilo. No te sientas preocupado. Nadie escuchará lo que digas.”
Su voz sonaba encantador.
“Pero…….”
“No te preocupes. Nadie te escuchará.”
“Yo…….Yo lamento profundamente………..”
“Bien, continua. Poco a poco.”
“Yo hice algo imperdonable a mi……..hija……. Mi esposa se separó conmigo debido a esto……..”
Después de media hora de descripción rota, Masashi aprendió la verdad de este hombre.
Por un momento, él quería matarlo.
“Yo….. Yo realmente no quería. Yo no sabia que me ocurrió en ese día. Yo realmente no quera……..”
Él repitió esta línea.
Masashi sonrió fríamente mientras miraba al hombre.
“No te preocupes. Te ayudaré a expiar tu pecado.”
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Kazumi miró el reloj después de que se despertó. Ya eran las 2 AM. Ella cayo dormida durante su llanto.
Después de salir de su habitación. Vio que la sala de estar había sido limpiada y había una nota sobre la mesa.
Kazumi sintió un poco de calor en su interior.
‘Le dije algo terrible hoy.’
Ella se sintió un poco mal y corrió a la habitación de Masashi. Entonces ella escuchó una voz a través de la puerta.
“¿Es Akamatsu Ryuichiro? Soy Masashi.”
“Quiero que tomes el cuidado de una persona, Hirota Katsutoshi. Hombre en sus cuarenta. Busca el resto de los detalles usted mismo.”
“No lo mates. No lo golpees. Solo quiero que lo castres. Quiero que se convierta en el ultimo eunuco de Japón. No dejes ningún rastro. No quiero ningún problema.”
“Gracias de antemano.”
Masashi colgó el teléfono.
El corazón de Kazumi latía muy rápido cuando escucho eso. Nunca había visto este lado de Masashi. Y parecía que ha se había enterado de la verdad.
‘¿Mama le dijo?’
Luego lo escuchó hacer otra llamada.
“¿Mamá? Soy Masashi. Lamento molestarte tan tarde.”
“Mamá, divorciate de ese hombre. Las leyes japonesas permiten que una pareja se divorcie después de vivir separados por dos años.”
“Mamá, no miento. Lo sé todo.”
Un largo momento de silencio.
“No te preocupes. Esta bestia no ha venido con nosotros.”
Kazumi me dijo.
“Mamá no llores. Voy a cuidar bien a Kazumi. No dejare que se lastime de nuevo.”
“Usaremos tu apellido después del divorcio. No quiero el nombre de ese hombre.”
“Mamá, nosotros estaremos a tu lado no importa que ocurra.”
“Ten cuidado. Lo se, vamos a tener cuidado.”
“Estoy colgando. Adiós.”
La habitación estuvo en silencio de nuevo.
Después de algunas dudas, Kazumi tocó la puerta.
“Adelante.”
“Kazumi, ¿todavía estas despierta tan tarde?”
Kazumi no respondió y solo lo miró.
“Debes tener hambre. Iré a recalentar la comida.”
Masashi pensó que ella todavía estaba molesta.
Kazumi repentinamente corrió y lo abrazó. Entonces enterró su cabeza en su pecho y comenzó a llorar.
Masashi no dijo nada y solo acarició su pelo.
“Gracias, nii-san.”
Esta fue la primera vez que Masashi la escucho llamándolo así. El sonrió.
“Baka, eres mi hermana. Debes tener hambre. Vamos a comer primero, ¿ok?”
Ella asintió.
Masashi fue a la cocina y volvió a calentar la comida. Kazumi estuvo detrás de él en silencio y solo observó.
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