Novelas ligeras en español

domingo, 1 de noviembre de 2020

Goblin Kingdom capitulo 54

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Estado

Raza: Goblin

Rango: Lord; Jefe De La Horda

Habilidades <<Gobernante De La Horda>>  <<Voluntad Rebelde>>  <<Aullido Abrumador>>  <<Esgrima B+>>  <<Codicia Insaciable>>  <<Alma Del Rey>>  <<Sabiduría De Un Gobernante I>>  <<Ojos De La Serpiente Azul>>  <<Baile En La Frontera De La Muerte>>  <<Ojo De La Serpiente Roja>>  <<Manipulación Mágica>>  <<Alma De Un Guerrero Loco>>  <<Tercer Impacto (El Tercer Canto)>>  <<Instinto>>  <<Sabiduría De Un Gobernante II>>

Protección Divina: Diosa Del Inframundo

Atributos Oscuridad: Muerte

Bestias Subordinadas: Kobold Superior <<Hasu>> (Nvl 1); Gastra (Nvl 20); Cynthia (Nvl 20); Rey Orco <<Bui>> (Nvl 36)

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En el negro de la noche, justo cuando estaba a punto de retirarme, un goblin de Ganra vino corriendo hacia mí.

"¡R-Rey! ¡El enemigo ha llegado!" 

Dijo visiblemente asustado.

"Toma asiento primero." 

Le contesté.

"¡Pero!"

El goblin trató de quejarse, pero la presión que le ejercí le impidió aguantar, así que se sentó delante de mí.

Una vez que su respiración se tranquilizó, le pregunté.

"¿Cuántos hay? ¿De dónde vienen? Creo que dejé a Gi Za al mando…"

"S-Sí. El enemigo viene del oeste. ¡No sabemos cuántos hay, pero son los jinetes de Paradua!"

Al oeste, ¿Huh?

"¿Vinieron a atacarnos?"

"N-No… Se han reunido en las afueras del pueblo, y sólo nos están observando."

"Ya veo."

El goblin intentó discutir de nuevo, pero yo lo detuve.

"Debería ir entonces."

Aunque es posible que estén confabulados con los Gaidga y simplemente estén esperando su llegada desde otra dirección, también podría ser posible negociar con estos goblins de Paradua.

Preferiría evitar enviar a mis subordinados descuidadamente y crear enemigos innecesarios.

Los Ganra parecen estar esperando que los Gaidga ataquen en un futuro cercano, así que han estado bastante inquietos.

"Está prohibido pelear hasta que yo vaya. Pero si atacan, siéntanse libres de defenderse. ¿Entendido?"

"S-Sí."

Mientras mi cola chocaba contra el suelo, me levanté y me fui. Mi cola parece estar de buen humor. Ahora… ¿Qué son estos jinetes de Paradua?

En el negro de la noche, caminé, indiferente a la oscuridad.

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A diferencia de los humanos. Los goblins tienen ojos que funcionan bien incluso en la oscuridad. La oscuridad no nos molesta.

"Ho…"

Los Ganra han construido un muro alrededor de su aldea usando las cercas y los árboles que crecen naturalmente cerca. El pueblo en sí mismo está situado más alto que el área circundante, por lo que es posible mirar hacia abajo al enemigo desde arriba.

Las paredes naturales que fueron construidas por los Ganra eran vides envueltas alrededor de los brotes de los árboles caídos. Fue por encima de tales muros que me paré y observé al enemigo de abajo. Verdaderamente, la vista que me saludó fue nada menos que espectacular.

"Así que esos son los jinetes de Paradua." 

Murmuré. Cabalgando en la espalda de bestias mágicas había goblins sosteniendo las riendas de las bestias en sus manos.

Las bestias en las que cabalgaban eran como tigres de pelo largo. Cuyo largo era tal que era un tamaño más grande que el de las bestias mismas, cubriendo hasta la boca y los pies. Y un brillo en sus ojos que les recordaba a los gatos.

Y siendo tres veces el tamaño de los goblins, esas bestias de rayas amarillas y negras podrían fácilmente sobresalir sobre sus amos.

Estaban alineados alrededor del pueblo, rodeándolo mientras exudaban una temible aura. Era una vista que sin duda dejaría aturdido al débil de corazón. ¡Pero lo que ardía en mi corazón era más bien la alegría!

(¡Estos jinetes serán míos!)

Ese deseo ardiente era como el de un aventurero que ha descubierto un tesoro. Estos supuestos jinetes eran simplemente irresistibles.

"¿¡Es verdad!? ¿¡Han venido los jinetes de Paradua a atacarnos!?"

La ruidosa que dijo que no era otra que Narsa que trepó por las paredes hasta un lugar cerca de mí.

"Aún no"

Contesté tranquilamente.

"¿¡Por qué te estás tomando esto tan tranquilamente!?" 

Se quejó. 

"¡Si no los atacas desde lejos, seremos pisoteados bajo sus bestias! Son diferentes a los Gaidga, ¡Sus piernas son rápidas!"

La ansiedad se veía en los rostros de la gente de Ganra mientras escuchaban el intercambio entre Narsa y yo. No se puede evitar, después de todo, fueron atacados y les arrebataron su aldea hace unos días.

"Estoy esperando el regreso de Gi Dji." 

Le dije. Como Gi Dji podía usar la habilidad de sigilo, le mandé adelante para explorar el área. No hay razón para seguir adelante y atacar ahora. Incluso como una broma, no tiene nada de gracioso atacar al enemigo y exponer a Gi Dji al peligro.

Narsa agachó la cabeza amargamente.

"Si se convierte en una batalla, tendré que tomar prestadas las fuerzas de Ganra. Espera hasta entonces."

"…Entendido."

Mientras Narsa se echaba atrás de mala gana, yo internamente suspiraba aliviado. Qué dolor, pensé. Así que esto es lo que se siente al tratar con un subordinado que no está totalmente dedicado a mí.

¿Debería tratar con ella con un aura más imponente como la de uno que lidera una tribu? Hmm… A pesar de todo, necesito pensar en una forma de mejorar las cosas.

Tarde o temprano, los goblins se multiplicarán. Así que sería mejor si puedo tener goblins que pueden ver lo que es beneficioso y lo que no, y me siguen incluso sin ser completamente devotos. Pero aún no hemos llegado a ese punto. Estamos todavía en la fase preliminar, así que por ahora todo debe decidirse con un sistema jerárquico que va de arriba a abajo.

Las opiniones de los goblins más débiles, de otros, aparte de mí todavía no son necesarias... Como era de esperar, Gilmi debería ser el líder de Ganra. Pero entonces el problema es cómo…

"Rey, he regresado."

La voz de Gi Dji me despertó de mi reflexión, y le envié mi mirada.

"¿Cómo es?" 

Pregunté.

"Hay unos 30 goblins de Gaidga al sur." 

Respondió.

"Ya veo."

Los goblins tienen buenos ojos incluso en la noche. Así que su plan debe ser que los Paradua atraigan nuestra atención, y durante ese tiempo, hacer que los Gaidga ataquen la aldea.

"¡Un jinete de Paradua!" 

Gritó un goblin de Ganra. Mirando hacia la dirección de esa voz, un solo jinete se podía ver acercándose, pidiendo negociaciones.

"¿Ese es… Lord Aluhaliha?"

Las palabras de la princesa de Ganra, Narsa, hicieron que mi boca se retorciera.

"Un hombre sin escrúpulos, ¿Huh?"

Si quieres tirarme uno encima, entonces responderé de la misma manera.

"Bien. Narsa, ¿Por qué no les pagamos de la misma manera?"

"¿Eh? ¿Planean tomarnos por sorpresa?"

"Exactamente. Y para usar eso en su contra… Llama a Gi Za."

Gi Za ya había terminado de decidir la formación de sus subordinados cuando llegó con ellos. En el medio estaba también Gilmi de Ganra, así que supongo que sólo se puede esperar que terminen los preparativos bien y rápido.

"Parece que sabes qué hacer."

Gi Za asintió como si dijera que estaba regalado.

"El objetivo es Gaidga. Haz eso, y Paradua debería sentirse amenazada."

Una sonrisa maliciosa apareció en la cara de Gi Za. Y le devolví una sonrisa igual de maliciosa. Mientras una multitud se reunía, di mis órdenes a mis subordinados.

"Gi Go Amatsuki, Gi Gu Verbena, es desafortunado, pero ustedes dos tendrán que acompañarme. No sería apropiado si fuera yo sólo después de todo."

"Entendido."

"Como ordene."

El goblin que llevaba una espada curvada que había recibido la protección divina del dios de la espada asintió con dignidad, junto con el goblin que es el ex líder de la aldea.

"Gente de Ganra, protejan el pueblo. No hay necesidad de que ataquen, pero no hagan nada que le permita al enemigo saber que no tenemos muchos hombres."

Los goblins se pusieron pálidos cuando asintieron. Mientras asentía, miré a Gi Za.

"Gi Dji, encabeza el camino. Los demás, sigan las órdenes de Gi Za."

En el pueblo de Ganra, junto al Bosque del Gigante Torcido, se levantaron las cortinas de la segunda batalla.

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Acompañado de las clases nobles, Gi Gu y Gi Go, así como de Narsa, fui al encuentro con Paradua.

El lugar donde se iban a celebrar las negociaciones era el punto intermedio entre la aldea y el ejército de Paradua.

Era el mejor lugar considerando los arcos de Ganra y la movilidad de los jinetes de Paradua. Además, aunque estábamos negociando, seguíamos armados.

Yo tenía mi gran espada de acero en mi hombro, Gi Go tenía sus dos espadas curvadas envainadas por su cintura, Gi Gu tenía su espada larga en la espalda, su hacha en la cintura, y Narsa también trajo su Arco del Meteorito con ella.

Nos encontramos con el representante de Paradua que cabalgaba sobre su gigantesca bestia mágica.

Esa bestia mágica gigante era como un tigre con rayas amarillas y negras, siendo el negro el más dominante de los dos colores. Sus dos ojos brillaron radiantemente mientras la luz de la luna se reflejaba en ellos. Mientras sus garras pisaban firmemente la tierra, exudó el aura que correspondía al del rey del bosque. Y aunque sus bigotes escondían algo, sus grandes colmillos podían verse asomándose.

Cabalgando eso había un goblin azul.

Era una clase noble. Los goblins de las tribus pueden ser algo diferentes de nosotros los goblins normales, pero el color de su piel es el mismo.

Se podían ver arrugas dibujadas en la cara del goblin, no era un rostro juvenil, sino el rostro de alguien que ha vivido muchas lunas y años. E incluso el pelo que se extendía de la cabeza a la espalda ya se ha vuelto blanco. El goblin era viejo.

Sostuvo la rienda en una de sus manos, mientras que la otra fue puesta en la espada por su cintura. Con la boca estirada como una línea recta, daba la impresión de que era difícil de complacer. Me miró directamente con una mirada tan potente que parecía hacer ruido.

"Tan joven…" 

Murmuró la noble clase ante mí. Su voz era profunda. Era del tipo que resonaba en todo el cuerpo.

"Ha pasado mucho tiempo, Lord Aluhaliha." 

Saludó Narsa.

Dejé la posición del representante en Narsa, así que sólo los vi conversar tranquilamente.

"Rey." 

Susurró Gi Gu, que estaba a mi lado.

Había tres escoltas cerca del goblin llamado Aluhaliha. Todos y cada uno de ellos cabalgaban sobre una bestia mágica. La retirada no era una opción, así que nos quedaba sólo una opción.

"Si llega a eso, suprime a los escoltas." 

Dije. Gi Gu asintió en silencio mientras retrocedía, e informó a Gi Go de mis órdenes.

"¿Qué te trae por aquí, Lord Aluhaliha?"

Aluhaliha resopló desinteresadamente las palabras de Narsa, y su mirada se agudizó.

"Paremos con el acto innecesario…" 

Dijo. Era evidente que no se divertía mientras fruncía fuertemente el ceño en Narsa.

"Ríndete." 

Exigió. 

"Hazlo, y te perdonaré la vida."

"¿Paradua se ha sometido a Gaidga?" 

Preguntó Narsa.

La mirada suplicante de Narsa se encontró con el desprecio de Aluhaliha, que se parecía mucho a una risa mientras la miraba fijamente.

"Hmph. Alguien que pidió ayuda a un forastero para intervenir en el asunto de las tribus no tiene derecho a criticarme."

Así que se rindió.

"¿¡Qué pasó con proteger el orgullo de Paradua que heredaste de tus antepasados!?" 

Preguntó Narsa. Aluhaliha se rió.

"Algo así… ¡Es mejor tirárselo a los perros!" 

Soltó a medida que la presión aumentaba. Mientras Narsa se quedaba desconcertada, sin palabras, endurecí mis nervios para prepararme para la batalla.

Este goblin quiere luchar.

Bueno… Al menos sus intenciones son claras. El único problema es si abandono a Narsa aquí o no. Narsa es la razón por la que Ganra es incapaz de satisfacer mis demandas.

Como ejército, no es bueno tener más de una voluntad.

¿Pero eso significa que debo desecharla? Si me pregunto si tal acción es correcta o no, entonces… La respuesta es clara.

Yo soy el rey.

El que ha perdido su orgullo ya no es un rey, sino un mero monstruo con poder. Así que la salvaré. Debería hacer por lo menos eso.

Aluhaliha debe haber visto la sonrisa en mi cara mientras me miraba fijamente.

"Joven, si tienes algo que decir, dilo."

"Alguien que ha perdido su orgullo no es un rey."

Sus dientes rechinaron. Había cierta distancia entre nosotros, pero el sonido de sus dientes rechinando contra si mismos claramente llegó a mis oídos.

"¡Mocoso!" 

Gritó Aluhaliha. Mientras la sed de sangre emanaba de él, los tres guardias detrás de él cogieron sus armas.

Mientras tanto, Narsa no podía emitir un solo sonido, ya que la sed de sangre era demasiado grande para ella. 

Gi Gu y Gi Go se pusieron delante de mí.

Empuñe mi gran espada.

Mi dedo meñique… Mi dedo anular… Mi dedo medio… Cuando me di cuenta de que mi poder gradualmente llenaba mi espada, medí la distancia entre yo y el enemigo.

La tensión era como un hielo sobre un estanque mientras cada uno medía la distancia entre nosotros. Afectadas por mi sed de sangre, las bestias comenzaron a gruñir.

De repente, desde lejos, los gritos empezaron a retumbar.

Aluhaliha no pudo evitarlo, pero en silencio se giró hacia la dirección de esos gritos durante un momento.

"Desafortunadamente para ti, tu plan ya ha sido visto." 

Le dije.

"¿Qué?" 

Preguntó Aluhaliha mientras me miraba con una mirada que podía hacer que incluso un demonio huyera descalzo.

"Planeabas llamarnos para negociar mientras Gaidga tomaba el pueblo, ¿Correcto?"

Aluhaliha apartó la mirada por un momento para pensar. Las voces de la lejanía empezaron a acercarse a nosotros.

"…Estamos regresando." 

Dijo Aluhaliha. 

"Las negociaciones se han roto."

Mientras tiraba de las riendas, se giró y se fue con sus escoltas. Mientras veía su espalda desaparecer a la distancia, le pregunté a Gi Go.

"…¿Qué piensas, Gi Go?"

Quería oír los pensamientos honestos de Gi Go, así que le pregunté.

"Si me ordenas que corte, entonces lo haré, pero…"

"¿Pero qué?"

"Es bastante fuerte." 

Sonrió Gi Go Amatsuki ferozmente.

"¿Y tú, Gi Gu?" 

Pregunté.

"Con esos tres escoltas juntos, definitivamente es un oponente problemático... Debería ser un problema más grande que Gaidga, ¿No?"

Mis pensamientos son casi iguales. El viejo goblin de Paradua, Aluhaliha. Es viejo, pero definitivamente no es débil.

"Interesante." 

Murmuré.

Qué interesante… Si pudiera añadirlos a mi ejército, mi reino crecería.

"Estamos regresando. Narsa, tú también."

Mientras llamaba a Narsa, que todavía estaba estupefacta, volvimos a la aldea de Ganra.

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