Novelas ligeras en español

domingo, 1 de noviembre de 2020

Goblin Kingdom capitulo 57

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Estado

Raza: Goblin

Nivel: 8

Rango: Lord; Jefe De La Horda

Habilidades <<Gobernante De La Horda>>  <<Voluntad Rebelde>>  <<Aullido Abrumador>>  <<Esgrima B+>>  <<Codicia Insaciable>>  <<Alma Del Rey>>  <<Sabiduría De Un Gobernante I>>  <<Ojos De La Serpiente Azul>>  <<Baile En La Frontera De La Muerte>>  <<Ojo De La Serpiente Roja>>  <<Manipulación Mágica>>  <<Alma De Un Guerrero Loco>>  <<Tercer Impacto (El Tercer Canto)>>  <<Instinto>>  <<Sabiduría De Un Gobernante II>>

Protección Divina: Diosa Del Inframundo

Atributos Oscuridad: Muerte

Bestias Subordinadas: Kobold Superior <<Hasu>> (Nvl 1); Gastra (Nvl 20); Cynthia (Nvl 20); Rey Orco <<Bui>> (Nvl 36)

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 

Fue en la base de una montaña, lo suficientemente alta como para dividir los cielos, en la oscuridad de una cueva de la que sólo se veía un peñasco negro, donde vivían los goblins Gaidga. Desde allí, tres días hacia el este se encontraba la Aldea de Ganra (Bosque Desconocido). Y dos días al sur estaban las llanuras y los bosques donde se encontraba la Aldea Paradua.

"Así que ese es el hogar de los Gaidga."

Mirando desde el bosque, pudimos ver los grandes cuerpos de los goblins Gaidga entrando y saliendo de la cueva incesantemente.

Mientras observábamos, noté que los goblins de Gaidga llevaban un Big Horn.

"Esa es la comida principal de los goblins Gaidga, el Big Horn." 

Dijo Gilmi. Agradecí a Gilmi por añadir sin reservas esa explicación mientras continuábamos observando a los Gaidga.

Lo que realmente me llamó la atención fue ese agujero gigante en el pecho del Big Horn. El ataque que dejó ese agujero debe haber sido fatal. Definitivamente no fue hecho por la fuerza de un goblin común. Sin mencionar que ese agujero es tan grande como un pequeño goblin.

Si ese ataque fue hecho por alguien de los Gaidgas, entonces creo que los he subestimado un poco. Se podría decir que la razón por la que hemos estado ganando hasta ahora es porque ese goblin todavía no había aparecido.

"¿Es el jefe el goblin más fuerte de Gaidga?" 

Pregunté.

"Debería serlo. Hijo de Mishra, Rashka. Incluso entre las cuatro tribus que administran sus venerados rituales de las puertas del inframundo, él debería ser el más fuerte."

Antes de darme cuenta, estaba sonriendo. Bueno, ¿No es interesante? Rashka de Gaidga. Si tuviéramos que librar una batalla de fuerza, ¿Perderías?

Mientras pensaba eso, di la señal a mis subordinados. Y caminamos en silencio, acercándonos sigilosamente a esa cueva negra para asediarla.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

En el borde del bosque y en la selva yace el hogar de los Paradua. No fue difícil ver por qué escogieron este lugar para su casa. Eran goblins así que, por supuesto, construyeron sus casas dentro del bosque. Pero al construirlas cerca de la frontera del bosque, donde estaban las llanuras, podían fácilmente buscar comida.

En comparación con la cueva de Gaidga y la fortaleza natural de Ganra, el hogar de la Paradua, carecía de defensa. Cierto, ellos podrían haber tenido vallas alrededor de su aldea, pero al final, sólo se hicieron para evitar que las bestias pudieran salir fácilmente.

Era un arreglo que no tenía en cuenta a los enemigos. Pero eso no era extraño, después de todo, una vez que se quebrara una batalla dentro de Paradua, sus goblins pelearían todos en la espalda de la bestia, ya que a cada goblin de Paradua se le da una bestia al nacer, para ser montada una vez que tuviera la edad suficiente.

Luchar en la espalda de una bestia da gran movilidad, pero es algo completamente ajeno al concepto de mantener un castillo. De hecho, sería mejor huir con ellos, en lugar de intentar defender un asedio.

Por eso, el pueblo de Paradua no tiene buenas defensas. Y fue ese mismo pueblo el que visitó un gran goblin de Gaidga.

Colgando de su cuello se veía un amuleto negro y espinoso. Este amuleto no era otro que el tesoro de Gaidga, la Gargantilla de la Ira (Vidol Amulet).

Es un amuleto que podría aumentar la fuerza de su portador. Es tanto un tesoro como la prueba de ser el jefe.

En sus manos había un garrote del tamaño del grueso tronco de un árbol. Estaba afeitada al final como una lanza, por lo que se podría decir que era una lanza de madera si no fuera por su enorme tamaño. Sus fuertes mandíbulas parecían como si pudiesen tragarse a todos los goblins que le rodeaban. No llevaba ninguna sonrisa en la cara, sólo una línea recta. Y en sus ojos se podía ver un brillo oscuro, ardiendo, como si estuviera allí con esas profundas líneas entre sus cejas con el solo propósito de mirar fijamente a sus subordinados y enemigos.

Un solitario cuerno que llegaba al cielo estaba en su frente. Y con su piel, marrón, era una clase noble o una clase duque. El goblin más fuerte de las cuatro tribus estaba actualmente en el extremo receptor de la ira del cacique de Paradua.

"¿Y? ¿Cómo vas a compensar esto?"

El ya envejecido resplandor de Aluhaliha agujereó agudamente al gran goblin que estaba de pie ante él. Aluhaliha no vaciló en lo más mínimo ante ese goblin que no se veía diferente de una roca inamovible.

De hecho, era tan grande que incluso si se caía, Aluhaliha tendría que mirar hacia arriba. Por eso, Aluhaliha no tuvo otra opción que montar en su bestia, sólo para encontrarse con la mirada de este gigante goblin.

"Lo siento."

Una voz profunda, que llevaba una disculpa, cayó en los oídos de Aluhaliha. La razón por la que discutían era por la derrota en la batalla contra Ganra.

Aunque Rashka pudo haberlo dejado todo en manos de Aluhaliha, una parte de los goblins de Gaidga aún se adelantó para atacar a Ganra, pero fue repelido. Y entonces, justo cuando los Paradua estaban en medio de exigir la rendición de Ganra, fueron repelidos de nuevo.

"Pruébalo."

Aluhaliha sólo seguía las palabras de Rashka, y sus hombres sólo seguían al oficial de Paradua, así que Aluhaliha quiere que Rashka le dé la cabeza de ese goblin como disculpa.

"No puedo."

Pero eso es imposible para Rashka. Porque el goblin a cargo, Riweka, ya estaba muerto. Y los goblins que consiguieron sobrevivir eran todos de bajo rango, por lo que no podían ocupar el lugar de Riweka.

"Mocoso, ¿Me estás menospreciando?"

Por supuesto, Aluhaliha no dejaría pasar este asunto. Después de todo, es otro jefe que dirige su propia tribu. Si dejara esto sin recibir las disculpas de Rashka, su imagen de jefe quedaría manchada. La decisión de formar una alianza con el Gaidga fue sobre todo suya. Si Aluhaliha no logra demostrar el valor de esa decisión con buena luz, el próximo jefe podría simplemente pisotearlo.

"Te daré 3 big horns."

Los big horns que comían los goblins de Gaidga han estado disminuyendo últimamente.

"…Muy bien. Pero si algo como esto ocurriera de nuevo…"

"No tienes que preocuparte por eso."

El orgulloso Aluhaliha sólo formó una alianza con los Gaidga para asegurar la supervivencia de su tribu. Su suministro de alimentos estaba menguando; sus bestias eran menos… Si se mantuvieran a este ritmo, su tribu estaría seguramente en peligro. Percibiendo eso, Aluhaliha tiró su orgullo.

Él sofocó su propio corazón, y pisoteó su fe a cambio de comida. Aunque son sólo 3 big horns, considerando el estado de la aldea, sigue siendo un importante suministro de alimentos.

"Basta ya de este tema. ¿Qué vas a hacer ahora?"

Aluhaliha, que estaba de mal humor, cambió el tema, dirigiendo una aguda mirada hacia Rashka mientras le preguntaba eso.

"Atacaremos a Ganra de nuevo. Estoy reuniendo a los subordinados que he dispersado. Quiero que vayan esta vez."

Aluhaliha resopló hacia la dirección de Ganra.

"Una batalla para aniquilar, ¿Huh?"

Mientras Aluhaliha decía esas palabras, un solitario goblin apareció en su mente.

Era ese goblin que estaba detrás de la princesa de Ganra, Narsa. Con tres cuernos, piel gris, e incluso una cola… Esa majestuosa apariencia suya era diferente a la de cualquier otro goblin. Y con esa gran espada que blandía sobre sus hombros, la atmósfera que lo rodeaba estaba en una liga diferente.

Sin mencionar la agudeza dentro de aquella mirada abrasadora suya… Aluhaliha no sabía por qué, pero por alguna razón, ese goblin tenía el poder de mover su corazón con sus palabras.

Si uno mencionara una existencia “separada” de los goblins normales, sólo una existencia vendría a la mente. Y eso es: un rey.

¿Es el rey que estaban esperando Aluhaliha y Rashka? ¿O es simplemente un impostor? No, todavía debe ser demasiado pronto para que esa salvación llegue.

"¿Sabes el nombre del goblin que vino en ayuda de Ganra?" 

Preguntó Aluhaliha. Quería saber… ¿Qué piensa de él este goblin que es como una roca?

"No, esa clase de persona..."

"¡¡Jefe!!"

Un goblin solitario corrió hacia ellos, echando espuma.

"¿¡Qué haces ante un invitado!?"

Gritó Aluhaliha, pero por dentro estaba perturbado. Para que su subordinado entrara en pánico hasta este punto… No era un asunto insignificante.

"¡La aldea Gaidga está siendo atacada!"

Ni Aluhaliha ni Rashka pudieron evitar abrir los ojos de par en par.

"¿¡Kuzan se ha movido!?"

Lo que más temían era el movimiento de los goblins de Gordob recluidos en el norte.

Pero…

"¡El enemigo es Ganra! ¡Y los goblins del exterior!"

"¿¡Qué!?"

"Nuestra discusión termina aquí. Estoy regresando."

Incluso esa voz normalmente tranquila de Rashka no podía evitar mostrar un tinte de impaciencia. Escuchando eso, los labios de Aluhaliha se curvaron.

"¿Cómo se nombró el enemigo a sí mismo?"

"No se llamaba a sí mismo de ninguna manera en particular. Sólo nos exigió que nos sometiéramos al rey."

"¡Absurdo!"

Aparecieron grietas en ese conocido garrote de Rashka.

"¿Un rey? ¿¡Ahora, de todos los tiempos!?"

En su ira, Rashka golpeó su garrote contra el suelo, provocando temblores por toda la zona.

"Iré contigo." 

Dijo Aluhaliha. 

"Chico, llama a los demás. ¡Vamos a la guerra!"

Ya es demasiado tarde.Una vez que las cortinas de la guerra se hayan levantado, no terminará hasta que un lado sea aniquilado.

"¡Ataquen a Ganra!"

Las palabras de Aluhaliha resonaron por todo el pueblo. E inmediatamente, los jinetes de Paradua se reunieron.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Nota Del Autor:

¡Es la tan esperada guerra de gremios! También he escrito acerca de la pedida impresión del lado del enemigo con respecto a la apariencia del rey. Lo escribí desde la perspectiva de Aluhaliha, quien fue afectado por el encanto del rey hacia los de su raza.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capitulo anterior                                                                        Capitulo siguiente

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Busqueda por fecha